Después de la devaluación y la pesificación, las AFJP buscan nuevos destinos para sus inversiones. De hecho, el nombre con que se denominó al seminario organizado ayer por la Federación Internacional que las nuclea -FIAP– marcó el cambio de rumbo: “Fondos de Pensión: Ahorro productivo y desarrollo”. Cerrado el camino de la ganancia fácil, mediante las inversiones en títulos públicos, ahora las administradoras rastrean otras alternativas vinculadas a sectores de la producción, como la construcción de viviendas, la financiación de compañías exportadoras y la creación de fondos agropecuarios y forestales.
En total, las AFJP manejan activos por unos 38.300 millones de pesos. El 75 por ciento de ese total se encuentra invertido en bonos de la deuda, convertidos en préstamos garantizados en pesos. Además, destinaron 7,8 por ciento a acciones de empresas argentinas y otro 5,5 por ciento en papeles de compañías extranjeras, como las españolas Telefónica y Repsol-YPF y el Deutsche Bank. En plazos fijos retienen el 3,15 por ciento.
Carlos Peguet, presidente de la Unión de AFJP, estimó que las administradoras podrían destinar alrededor de 1600 millones de pesos a distintas actividades productivas. Esta sería la manera de redireccionar el flujo de fondos que las empresas perciben mes a mes, unos 150 millones de pesos. Entre los asistentes figuraban Guillermo Nielsen, el ex viceministro Daniel Marx y el titular del Banco Hipotecario, Miguel Kiguel.
El panorama 2002 de las AFJP luce sombrío. Por un lado, poseen en cartera 28.000 millones de pesos en títulos de deuda en défault y que en su origen estaban nominados en dólares. Por otra parte, los ingresos mensuales de las administradoras cayeron a la mitad después de que los aportes previsionales fueron bajados del 11 al 5 por ciento. Por este motivo, ayer, el reclamo central de Peguet consistió en que se redolaricen los activos financieros y se eleve el nivel de los aportes de los trabajadores. Al respecto, la rebaja extraordinaria vence a fin de mes y en las AFJP creen que el Gobierno empezará a desandar el camino con una suba gradual de los aportes, posiblemente del actual 5 al 8 por ciento en un primer paso.
Desde su implementación, a mediados de 1994, las administradoras fueron perdiendo de vista sus principales objetivos, como la creación de un mercado de capitales consolidado de forma tal de impulsar la economía real. En cambio, se focalizaron en la cuestión financiera, persiguiendo la renta segura, adquiriendo masivamente títulos de la deuda que mostraban rendimientos altísimos. La burbuja se pinchó cuando el Gobierno declaró la cesación de pagos.
El tema político tampoco faltó en las charlas informales entre los financistas. La mayoría de los gerentes que dialogaron con Página/12 dijo que prefería un triunfo de Carlos Menem en las próximas elecciones. “Si gana Rodriguez Saá, la crisis se va a profundizar”, mencionó uno de ellos, reflejando la antipatía que despierta el puntano en la city.