El proyecto de ley que envió la Presidenta al Congreso para modificar los objetivos del Banco Central y la Ley de Convertibilidad permitirá ampliar el perímetro de regulación de la autoridad monetaria. Distintas actividades que tienen efectos directos e indirectos en el sistema financiero, como las empresas dedicadas al pago de servicios, las firmas que envían remesas al exterior y las transportadoras de caudales, pasarán a estar bajo la órbita normativa del BCRA.

Se trata de sectores que hasta ahora contaban con marcos regulatorios vagos o directamente no estaban controlados. También se habilita la posibilidad de extender la Ley de Entidades Financieras a otras actividades. Además, las modificaciones potencian el rol de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, posibilitando una mejor coordinación al momento de regular el sector financiero en aspectos tales como el endeudamiento en el extranjero de los bancos radicados en el país. Finalmente, se impulsan cambios para prevenir el abuso del sistema financiero sobre los usuarios y asegurar la existencia de un sistema con un adecuado nivel de competencia.