Los cambios en los hábitos de comunicación en el mundo obligaron a los correos de bandera a reconfigurar sus unidades de negocios y, en su mayoría, esa reconversión los llevó a sumar servicios financieros. La iniciativa emprendida entre el Correo Argentino y el Banco Nación (ver aparte) tiene su modelo a imitar en la experiencia de sus entidades equivalentes en Brasil. En 2001, el correo de Brasil licitó toda su red de sucursales a partir de un acuerdo que incluía el pago de un canon mensual por cada boca y una comisión por cada transacción. En ese momento, el acuerdo se realizó con el Banesto. En 2013 venció esa licitación y el Correo volvió a ofrecer sus sucursales. El Banco do Brasil (ganador de la licitación) abonó para entrar al correo 1300 millones de dólares de canon, a lo que se suma un pago mensual por cada sucursal y una comisión por cada tran- sacción. Para el Banco do Brasil, el acuerdo que le permitió el acceso a la red de sucursales del correo le representó sumar en un año 10 millones de cuentas. “La potencialidad que ofrece el correo en llegada es enorme”, señala Tristán.