El traspaso de la Policía Federal es sólo el comienzo. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pedirá también que se concrete el traspaso de fueros judiciales, del manejo del juego y del puerto. En rigor, son las mismas cosas que Mauricio Macri pedía cuando estaba al frente de la Ciudad. El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, confirmó ayer que están negociando el traspaso de los fueros judiciales laboral, penal, comercial y civil. “Estamos trabajando con el ministro de Justicia, Germán Garavano, para avanzar en el traspaso de la Justicia ordinaria, penal, comercial y civil que pasaría a la Ciudad con recursos”, indicó Ocampo. En su momento, el Congreso había aprobado el traspaso de estos fueros, pero la discusión entre el kirchnerismo y el macrismo se trabó justamente por el tema de los fondos. Ocampo destacó que “siempre hay que hacerlo con recursos para que no se desfinancie a la Ciudad”. No aclaró si esto requerirá una nueva modificación de la coparticipación de la Ciudad por parte de Macri o si ya está contemplado en el aumento que dispuso ayer. Además de los fueros judiciales, hay otras dos competencias que en el gobierno porteño esperan con una sonrisa ya que implican una mayor recaudación: el juego y el puerto. El manejo del juego fue otro de los puntos de conflicto con el kirchnerismo, pero también generó discusiones internas en el PRO. La primera fue cuando Macri intentó un acuerdo en 2008 que fue bloqueado por Gabriela Michetti con la venia del entonces arzobispo Jorge Bergoglio. La segunda polémica fue en 2013 cuando llegaron a un convenio con el empresario Cristóbal López. El puerto de Buenos Aires es otra de las competencias a transferir que seguramente despierte más de una discusión con las provincias. Por allí y por el Dock Sud pasa el 90 por ciento del tráfico de contenedores del país. Las instalaciones solas –280 hectáreas– valían hace pocos años 1250 millones de dólares.