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El Gobierno volvió a responsabilizar a los supermercados por la suba de precios de los alimentos y adelantó que encargará a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) un análisis de la cadena formadora de valores, para establecer si los incrementos responden al abuso de una “posición dominante”. Por su parte, el titular de Economía, Roberto Lavagna, afirmó que el nuevo impulso que registra la inflación responde a restricciones en la oferta en algunos sectores como consecuencia del aumento de la demanda “interna y externa”. Para el ministro, “la solución de fondo” al problema es aumentar esta oferta mediante “el incentivo a la inversión y el aumento de la capacidad instalada”, una tarea que el Gobierno ya está impulsando desde tiempo atrás, consideró.
En tanto, la subsecretaria de Defensa de la Competencia, Patricia Vaca Narvaja, sostuvo que “hay sectores de las grandes cadenas de supermercados o sectores de la industria alimentaria y la industria de los insumos que quieren seguir teniendo márgenes de rentabilidad de otra época y no acompañan al bolsillo como corresponde”, reseñó.
La visión de Lavagna fue que “cualquier economía que crece a una tasa anual del 8 por ciento, o si quieren al 6 por ciento, comienza a experimentar alguna clase de desajuste, debido a que existe una mayor demanda, ya sea tanto interna como externa, o de ambas”, explicó el ministro. “La solución de fondo (a la suba de precios) es aumentar los niveles de inversión, y por eso lanzamos estos proyectos”, dijo Lavagna al dar a conocer el resultado de diversos planes para alentar la capitalización de las empresas (ver aparte).
Se supone que si la economía se expande, también debería hacerlo la oferta. La línea argumentativa del equipo económico es que el crecimiento fue más rápido por el lado de la demanda, como consecuencia de los aumento de salarios y jubilaciones. El punto menos claro en este circuito es la relación entre el crecimiento local y la mayor demanda externa, un problema que se “agrava” por los mayores precios internacionales de algunos “bienes salario” exportados por la Argentina.
El problema, en todo caso, reside en los tiempos de maduración de estas inversiones y si efectivamente se están produciendo en los sectores críticos. En este sentido, Lavagna destacó que el proceso de aumento de la inversión “ya ha empezado”, por lo que el Gobierno “ahora trata de reforzar los instrumentos ya existentes” para “mantener el círculo virtuoso que empieza con inversión, sigue con producción, productividad, aumento de salarios, aumento de poder de compra, consumo y de nuevo producción” y reanudación del ciclo.
Consultado por si estos razonamientos no dejaban de lado los problemas que surgen de una estructura oligopólica en la formación de precios, el punto sobre el que, haciendo foco en los supermercados, embistió el presidente Néstor Kirchner, Lavagna se limitó a contestar que “nadie gana cuando unos pocos se quedan con todo el aumento de la productividad, sino que todos ganan cuando se distribuye”.