EL PAíS › ESPECIALISTAS ANALIZARON EL DEBATE DE LOS CANDIDATOS PORTEÑOS
Todos apuestan al triple empate
Una encuesta y la mayoría de los analistas consultados coincidieron en señalar que ningún candidato sacó ventaja en el debate.
Por Martín Piqué
El debate sobre el debate. Así se podría resumir el clima que se vivió ayer entre encuestadores, analistas y dirigentes involucrados en la elección porteña. La pregunta obvia era quién había ganado la discusión y cómo había repercutido en la opinión pública. Una primera encuesta, realizada por Enrique Zuleta Puceiro a partir de 400 casos, detectó que quienes habían visto a los candidatos en acción el miércoles a la noche se dividieron en tres partes casi iguales para ubicar a un ganador. Según ese sondeo, sería un triple empate. El resultado resultó coherente con las opiniones de la mayoría de los expertos consultados que coincidieron en que Rafael Bielsa, Elisa Carrió y Mauricio Macri lograron conservar sus públicos recostándose en el libreto que mejor manejan.
Con un margen de error del 4,9 por ciento, el estudio de OPSM mostró cifras muy parecidas cuando se preguntó por el ganador: el 27,7 por ciento de los que habían seguido la discusión vio como ganadora a Carrió, la siguió Bielsa con 27,5 –una paridad absoluta en términos estadísticos– y Macri quedó tercero con el 25,2 por ciento. Por otro lado, el sondeo coincidió con la mayoría de las encuestas de intención de voto que dan como favorita a Carrió. Cuando se preguntó a quienes siguieron el debate a quién votarán el 23 de octubre, la candidata del ARI logró el primer puesto, con el 27,2, seguida de cerca por el canciller, 25,8 por ciento, y un poco más atrás el líder de PRO, con 20,4 por ciento.
Restringida la consulta a quienes habían observado el debate, el estudio reveló que los espectadores captaron con agudeza las fortalezas y debilidades de cada candidato. A Bielsa, por ejemplo, le observaron poca destreza en “los problemas de la Capital” (uno de los puntos débiles del oficialismo a partir de Cromañón); a Carrió la vieron poco diestra en “las propuestas económicas”; y Macri obtuvo su peor resultado en “el análisis de los dos primeros años del gobierno de Kirchner” (en este ítem, el candidato de PRO tuvo un discurso algo confuso que combinó elogios con críticas por la renovación total de la Corte Suprema).
“Esto demuestra que la gente distingue, jerarquiza, castiga y premia. Es un electorado que analiza mucho. Además, cada uno de los tres contendientes son expertos, eximios en el manejo de las lides mediáticas”, analizó Zuleta Puceiro en diálogo con Página/12.
En esa línea, el consultor Raúl Barreiros, experto en análisis del discurso, analizó el desempeño televisivo los tres candidatos. “El discurso municipalista y de brega por la excelencia de Macri es un poco lábil, hasta que le aparece la figura de la represión por detrás del pedido de orden. De Carrió es envidiable su capacidad de metaforizar y su grafía retórica deslizada entre metáforas, ironías o gestos. De Bielsa su capacidad de ataque, de zaguero y de arquero K, más su iconicidad de prócer”, describió. Para Barreiros no hubo un ganador claro.
En el análisis del día después también ocupó un espacio importante la ubicación que tuvieron los tres candidatos en el estudio de TV. Los especialistas coincidieron en que la tarima del medio, que había sido sorteada previamente, favoreció mucho a Carrió: le permitió reforzar su estrategia de mantenerse al margen de las discusiones estridentes y expresar con una imagen elocuente su condición de favorita. “Carrió logró conservar el centro del ring y su condición de campeona. Los demás tenían que desafiarla”, analizó Zuleta Puceiro. “Le tocó el centro de la escena y eso siempre es muy fuerte”, coincidió José Luis Fernández, docente universitario, investigador y especialista en Semiótica.
Como un aprendizaje hacia adelante, Fernández propuso que en futuros debates se cambie la disposición de atriles y cámaras, especialmente si los contendientes son tres. “El modelo no debe ser la Ultima Cena de Da Vinci sino el cuadro de Tintoretto (pintor del Renacimiento), en el que Cristo está en la cabecera pero los otros aparecen también en primer plano”, aseguró. En esa pintura, famosa por su estudio de la perspectiva, la mesa de los doce apóstoles forma una línea diagonal de izquierda a derecha. “Si se hubiera tomado ese modelo, Carrió hubiera estado equidistante y en el centro pero se compensaría con que Macri y Bielsa habrían estado a veces en primer plano”, opinó.