Martes, 18 de marzo de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EN BAGDAD, EL VICEPRESIDENTE DE EE.UU., CHENEY, DESTACó “LOGROS”
Mientras el republicano McCain resaltaba los logros de seguridad desde Bagdad, Clinton dijo que ella es la única que puede terminar con la guerra. Su rival demócrata Obama recordó que siempre se opuso a la invasión.
Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad
Helicópteros con ametralladoras volaban en círculos por encima y los puestos de control paralizaban el tráfico en las calles, pero el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, y el nominado presidenciable republicano, John McCain, estaban en Bagdad ayer para dar alentadores relatos de la mejorada seguridad. Mientras, desde Washington, los demócratas salieron a moverles el piso. “Soy la única que puede terminar con la guerra en Irak”, aseguró la precandidata Hillary Clinton y prometió que si llega a la presidencia retirará las tropas en un plazo de no más de 60 días. Aclaró la ex primera dama que destinaría a pequeñas tropas de elite para operaciones pequeñas. Asimismo, Barack Obama recordó que él se ha opuesto a la guerra en Irak desde el principio.
Cheney, por su lado, dijo que sentía “cambios fenomenales” y mejoras en seguridad “enormes” desde su última visita diez meses atrás. “Estoy feliz de poder decir que los estadounidenses son más y más comprensivos del éxito de esta estrategia de la escalada”, dijo a su vez McCain. Con un fuerte dispositivo de seguridad y las reuniones con los iraquíes confinadas mayormente a la Zona Verde, apenas hubiera sido evidente para ambos líderes estadounidenses que la capital iraquí está dividida ahora en dos distritos hostiles de sunnitas y chiítas. El alto comandante de Estados Unidos, el general David Petraeus se quejó la semana pasada de que las ganancias en seguridad no habían sido igualadas “en progreso suficiente en el área de la reconciliación nacional”.
Paradójicamente, en gran parte es porque los sunnitas y los chíitas iraquíes han llegado a odiarse más de lo que odiaban a los estadounidenses. Por este motivo los insurgentes sunnitas cambiaron de lado a fines de 2007. Formaron Al Sahwa (Consejos del Despertar) y se aliaron a sus ex enemigos estadounidenses. Lo hicieron por la hostilidad hacia Al Qaida, pero sobre todo porque la comunidad minoritaria sunnita estaba siendo apabullada por los chiítas. La formación de la fuerte milicia Al Sahwa de 80.000 hombres es la razón más importante para el optimismo de Cheney y de McCain.
Armados con rifles de asalto Kalashnikov, los milicianos de uniformes marrones pertenecientes al movimiento registran los autos y observan las caras en los puestos de control en los puntos de entrada y salida de las áreas sunitas. McCain dijo ayer que “Al-Qaida estaba huyendo, pero no están derrotados”. Pero en partes de Bagdad, Al Sahwa es a menudo Al Qaida en Irak bajo un nuevo aspecto y no como una reacción el contra.
Ayer no quedaba claro el autor del atentado en Kerbala, al sur de Bagdad. Unas 43 personas murieron y otros 73 resultaron heridas en este ataque, el más sangriento en esta ciudad desde hace un año.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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