Angel Acebes, que hasta junio será el número dos del Partido Popular (PP), fue uno de los dirigentes más leales al principal partido de la oposición, cuya carrera política se vio truncada por los atentados de Atocha del 11 de marzo. Acebes hizo saber mediante un comunicado al jefe del PP, Mariano Rajoy, su decisión de “no continuar al frente de la secretaría general a partir del próximo congreso nacional (21 y 22 de junio)”.

Acebes fue alcalde de Avila, su ciudad natal, y ministro de Administraciones Públicas, Interior y Justicia en los sucesivos gobiernos de José María Aznar. La actuación más polémica del dirigente tuvo lugar con motivo de los atentados del 11-M. Al informar que la autoría de la masacre correspondía a ETA, algunos de los medios de comunicación y sectores de la oposición cuestionaron la transparencia del gobierno. Desde aquel momento ha defendido a capa y espada la actuación del gobierno de Aznar en la gestión de los atentados, por los que tuvo que comparecer durante diez horas ante la comisión de investigación parlamentaria. El y su gobierno sostuvieron que la opción de ETA era la más plausible por la actuación de la organización separatista vasca durante 30 años y las detenciones realizadas a miembros de la banda por intentar colocar bombas en trenes en diciembre de 2003 (tres meses antes del ataque). En la sentencia del 31 de octubre de 2007, quedó absolutamente claro que ninguna prueba apunta a ETA.

El anuncio de la renuncia de Acebes se conoció una semana después de que Eduardo Zaplana, “número tres” del PP durante los últimos cuatro años, decidió abandonar la política para incorporarse como ejecutivo a la multinacional Telefónica. Acebes y Zaplana, ministros con José María Aznar (1996-2004), representan la línea más dura del PP, un sector que Rajoy, cuestionado como líder desde que Aznar lo designó “a dedo” en 2003 como su sucesor, fue apartando en los últimos meses del poder.

La salida de Acebes y Zaplana de la dirección del PP, una formación de amplio espectro político que abarca desde el centroderecha hasta sectores más conservadores, es interpretada como el final de una etapa en su dirección y el comienzo de otra, en la que los veteranos dirigentes ligados a Aznar dejarán paso a una nueva generación. Tras perder por segunda vez consecutiva las elecciones frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy anunció que se presentará a la reelección como presidente del PP en el XVI congreso del partido con la vista puesta en los comicios de 2012, y especificó que lo hará con su propio equipo.