Los resultados preliminares de las elecciones municipales de Nicaragua del domingo daban una ventaja de casi cinco puntos para el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), al obtener el 51,30 por ciento de los votos con el 78 por ciento de las mesas escrutadas. En tanto, el opositor Partido Liberal Constitucional (PLC) cosechaba el 46,45 por ciento de apoyo popular. El recuento de votos para la alcaldía de Managua (capital) también favorecía al oficialismo por algo más de seis puntos, con el 79 por ciento de las mesas escrutadas en Managua. Esto generó que el PLC amenace con desconocer los resultados por sospechas de irregularidades y llevó a que los partidarios de ambos bandos se enfrentaran, con un saldo de seis heridos y dos muertos (según informaron medios locales como La Prensa y El Nuevo Diario). Las versiones sobre las víctimas fatales no fueron confirmadas por la policía.

Según datos oficiales brindados por el Colegio Supremo Electoral (CSE), el FSLN ganaba en 10 de las 17 cabeceras departamentales en disputa (incluida Managua), mientras que el PLC obtenía tres. Managua se encuentra gobernada por el FSLN desde 2001 y es la principal plaza política de Nicaragua, con más de un millón de habitantes. En la rueda de prensa en la que se proclamó vencedor, el candidato sandinista Alexis Argüello señaló que la suya será “una alcaldía en favor de los pobres, vamos a trabajar junto a los pobres de Managua”. Argüello aprovechó para elogiar al presidente Daniel Ortega. “Esta es una victoria de ustedes, de este gran partido que es el Frente Sandinista de Liberación Nacional”, afirmó el ex boxeador tricampeón mundial.

El desconocimiento de los números del CSE para la capital por parte del candidato derechista del PLC, Eduardo Montealegre (que perdió la elección presidencial contra Ortega), acentuó el cuestionamiento del PLC sobre los procedimientos aplicados por el CSE para garantizar la legalidad y transparencia de los comicios. Esto provocó que cerca de 3000 simpatizantes de Montealegre se dirigieran hacia el CSE para protestar por las supuestas irregularidades en los resultados de los comicios, y que en su camino se enfrentaran con militantes del oficialista FSLN que se adjudicaban el triunfo.

La posición de la derecha se fundamentó en las copias de las actas escrutadas por sus fiscales en las 11.803 Juntas Receptoras de Votos que funcionaron el domingo en los municipios en disputa. De acuerdo con esta información, los opositores aseguran haber ganado en 58 alcaldías, entre las que figuran 10 cabeceras de departamentos, con Managua como su principal conquista. Desde el PLC afirman que en la capital nicaragüense Montealegre obtuvo una ventaja de siete puntos sobre el ex boxeador.

Pero las críticas al FSLN no sólo llegaron desde el PLC. Edmundo Jarquín, coordinador del centrizquierdista Movimiento de Renovación Sandinista, denunció que “fue un proceso plagado de irregularidades y vicios por parte del Consejo Supremo Electoral, que actuó claramente como un instrumento orientado al servicio del partido del presidente Daniel Ortega”.