MIRADOR II
GRECIA
Protestas en Atenas
Grecia sigue siendo sacudida por la rebelión de los jóvenes. Ayer, un grupo atacó con bombas molotov el Instituto Francés en Atenas, rompiendo ventanas y causando daños menores. Lo más llamativo del ataque fue una pintada que dejaron y dice “La chispa es Atenas, el fuego es París. Viene una insurrección”. La consigna coincide con lo que en Francia ya llaman “el síndrome griego”, identificado como protestas violentas de sectores de izquierda dura con inserción entre los jóvenes. Los gobiernos europeos ven con preocupación una posible coordinación entre grupos que ya causaron disturbios serios en Estocolmo, París y varias ciudades griegas. El fenómeno comenzó hace casi dos semanas, cuando la policía ateniense mató a un chico de 15 años que participaba en una manifestación. Al principio de carácter anarquista, las protestas se expandieron a otros grupos de izquierda y a inmigrantes. Una de las consignas del naciente movimiento es que los jóvenes son la generación “600 euros”, el salario promedio en la Unión y en muchos casos el techo de ingresos.
SUDAFRICA
Una boda política
Hoy se realiza en Pretoria, la capital sudafricana, una boda de muy alto impacto político para la región más austral de Africa. Gugulethu Zuma, actriz e hija del presidente del partido oficialista ANC, Jacob Zuma, se casa con el matemático Wesley Bongani Ncube, hijo del líder de la oposición de Zimbabwe, Welshman Ncube. El 27, la pareja volverá a tener una fiesta en Bulawayo, ciudad natal del novio, ante 200 invitados y la madre de la novia, la ministra de Relaciones Exteriores, Nkosazana Dlamini. Más allá del interés que despierta una boda entre familias de importancia política, en Sudáfrica y Zimbabwe especulan sobre el efecto que puede tener ésta en particular sobre las relaciones bilaterales. El padre del novio es líder de una facción disidente del opositor MDC en Zimbabwe, que se escindió porque apoya el esquema de poder compartido con el dictador Robert Mugabe que impulsó Sudáfrica. El MDC se opone cerradamente a compartir el poder, pero tuvo que aceptarlo ante la presión del ahora depuesto presidente sudafricano, Thabo Mbeki. Zuma, a su vez, fue quien forzó la renuncia de Mbeki y entre sus argumentos estuvo la crítica hacia su política sobre Zimbabwe. El casamiento de su hija significa que su flamante consuegro es uno de los amigos de Mbeki. En medios políticos sudafricanos se especulaba que la boda es un alivio para el arrinconado Mugabe, ya que Ncube está ahora en una posición desde la que puede moderar las críticas de Zuma hacia el régimen que gobierna en Zimbabwe desde 1980.
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