EL MUNDO
“Cada vez hay más pobres en China”
El analista Wang Shaoguang explica el revés de la trama de la China capitalista consagrada por el último Congreso del PC.
Por José Reinoso *
Desde Pekín
Uno de los problemas más difíciles a los que tendrá que enfrentar China luego del XVI Congreso del Partido Comunista es cómo disminuir la creciente diferencia existente entre ricos y pobres. La reestructuración de las empresas estatales ha dejado sin trabajo a más de 48 millones de personas. Y si el proceso de reforma y apertura de la economía ha creado una nueva y pujante clase capitalista, también muchos millones de chinos han perdido sus beneficios y ventajas. Según Wang Shaoguang, profesor de Ciencia Política en la Universidad China de Hong Kong, la disparidad en el nivel de vida entre unos y otros es cada vez mayor”. Wang es uno de los mayores críticos chinos de las consecuencias que la política de desarrollo económico está teniendo sobre las clases más desfavorecidas. La solución, es que el gobierno “establezca mecanismos de redistribución”.
–¿Cómo explica que la diferencia entre ricos y pobres sea cada vez mayor?
–Como en todo país que ha creado desigualdad, hay muchas causas, no una sola. La más importante es el propio proceso de transición chino. Antes, debido a la naturaleza del sistema, los ingresos estaban distribuidos más equitativamente. Pero actualmente China tiene una economía que cada vez es más de mercado, y obviamente un capital humano que tiende a ganar más dinero. Esa es la razón por la que la diferencia entre los diversos grupos sociales, entre las zonas rurales y urbanas, entre la costa y el interior ha aumentado en los últimos 10 o 15 años. Otra razón es que el gobierno no se ha adaptado aún al sistema de mercado, no ha establecido un mecanismo apropiado de redistribución, como existe en Europa occidental.
–¿Cuáles serán las consecuencias si estas diferencias siguen creciendo?
–Va a depender de lo que haga el gobierno. Si hace caso omiso al problema y permite que la disparidad entre ricos y pobres siga creciendo, las consecuencias serán muy graves, el pueblo estará muy insatisfecho. Pero si el gobierno establece un mecanismo de redistribución, entonces no habrá mayores problemas. Y creo que el gobierno lo hará.
–Qué papel está representando esta nueva clase capitalista en una China que cambia tan rápido?
–La reforma económica no sólo está cambiando la estructura económica, sino también la estructura social. Así que están emergiendo nuevas clases sociales, clases que no habían existido nunca antes, como una clase capitalista. Esto es el resultado de la transición.
–¿Qué relación debe mantener la nueva clase empresarial con el gobierno?
–El Partido Comunista chino es actualmente un partido gobernante. Y el partido en el Gobierno no puede representar a una única clase social. Tiene que ocuparse de todas las clases existentes en la sociedad. Así que creo que el gobierno va a tener en cuenta las preocupaciones de la clase capitalista, pero al mismo tiempo en el futuro puede que preste más atención a las clases sociales que no se han beneficiado tanto de las reformas económicas.
–¿Tiene sentido hoy que la palabra comunista siga formando parte del nombre del partido?
–Mucha gente, muchos miembros piensan aún que el Partido Comunista debe representar a la gente que se encuentra en la escala más baja de la sociedad. Y son aún una gran fuerza dentro del partido.
–¿Cambiará algo la llegada de la cuarta generación de dirigentes?
–Creo que sí. Los nuevos líderes son muy conscientes de que existe un problema en China. Así que puede que le dediquen más tiempo. De hecho, ambos, Hu Jintao (el futuro presidente) y Wen Jiabao (previsto nuevo primer ministro) han trabajado en las provincias del Oeste (la regiónmenos desarrollada), así que pueden tener más sensibilidad sobre cómo está la situación allí. Y desde que llegaron a Pekín han visitado a menudo esas provincias. Probablemente tienen más sentido del problema.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.