EL MUNDO › SE AJUSTAN DETALLES SOBRE LAS INSPECCIONES EN IRAK
Inspectores en sus marcas...
Aún no hay respuesta de Irak al retorno de la ONU al país, pero se descuenta que será positiva. El jefe de inspectores de la ONU ya negoció la no presencia de espías occidentales en las misiones.
Por Ewen MacAskill *
El capítulo sobre la resolución parece cerrado y ya está abierto el de las inspecciones. Al menos eso es lo que se puede concluir de lo ocurrido ayer. Saddam Hussein convocó a una reunión extraordinaria del Parlamento iraquí para estudiar la resolución 1441 que establece el retorno de los inspectores a Irak y, según los medios iraquíes, se descarta que habrá una respuesta favorable. Por otro lado, voceros de la Casa Blanca dijeron ayer que no deberán “pedirle permiso a la ONU” si Saddam no coopera. Y Hans Blix, el jefe de inspectores de armas de la ONU, le aseguró a Irak que hará lo posible para que el equipo que envíe a ese país la próxima semana esté libre de espías. La Liga Arabe, reunida ayer en El Cairo, pidió a la ONU que las inspecciones “no generen provocaciones”.
El anterior equipo de inspectores, Unscom (Comisión especial de la ONU), que sirvió en Irak desde 1991 hasta 1998, fue acusada por ese país de albergar espías norteamericanos. También hubo sospechas de que allí había agentes británicos, franceses, rusos y del servicio de inteligencia israelí, el Mossad. A pesar de que, por entonces, las acusaciones fueron negadas, la actuación de por lo menos un agente de la CIA fue confirmada luego por la ONU, el gobierno estadounidense y ex inspectores de armas. El vocero del nuevo equipo, Unmovic (Comisión de monitoreo, verificación e inspección de la ONU), dijo ayer que Blix ha tomado importantes medidas para tratar de evitar cualquier tipo de espionaje, cambiando la estructura y las finanzas del equipo.
A principios de año, el canciller iraquí, Naji Sabri, trató de que Blix le garantizara que no habría más espías. Según el vocero de Unmovic, Blix le dijo a Sabri que “nunca podremos garantizar que no haya infiltrados”. Blix indicó que, si él hubiera garantizado esto, igualmente los iraquíes no le hubieran creído. En cambio, aseguró que había tomado medidas para detectar y destituir inmediatamente a agentes secretos o cualquier persona involucrada en estas actividades.
En un intento por combatir las acusaciones de infiltración por parte de organizaciones de inteligencia, sólo el 25 por ciento de los 270 hombres del Unmovic pertenecieron a su criticado predecesor, Unscom. Blix aumentó el número de países que conforman su equipo a 44. Esto tiene relevancia, si se considera que Unscom estaba compuesto mayoritariamente por estadounidenses. El equipo de Blix sólo tiene 27 miembros norteamericanos, el 10 por ciento del total. Hay 13 británicos, 22 rusos y 25 franceses.
Una de las fallas del Unscom fue que su personal era, en gran medida, provisto por gobiernos que no sólo apoyaron a su propia gente sino que les pagó. La lealtad de aquellos inspectores era con sus propios países antes que con la ONU. El vocero de Blix dijo que, para evitar acusaciones de este tipo, esta vez sólo la mitad del personal iba a ser provisto por los gobiernos y que el resto iba a ser reclutado a través de consultoras independientes. Los inspectores suelen ser especialistas en diferentes campos científicos que reciben entrenamiento para encontrar armas.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.