[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

A menos de un mes de las internas en el Frente Amplio (FA), el gobierno de Tabaré Vázquez perdió a uno de sus ministros. La titular uruguaya de la cartera del Interior, Daisy Tourné, presentó ayer su renuncia después de insultar a dirigentes de la oposición e incluso a sus propios correligionarios en el Congreso durante un discurso en un acto de la juventud socialista. “Yo quiero polemizar con la derecha. ¡Pero que hagan una propuesta, por Dios! Quiero sentarme acá y que venga el Cuqui (el sobrenombre con el que se conoce al ex presidente y actual candidato presidencial blanco Luis Alberto Lacalle)..., o en la tele, porque acá no entra ni cagando”, fue una de las frases que se colaron en los medios ayer.

La ministra no intentó defenderse ni desmintió las acusaciones. “Me ganó la pasión”, explicó al anunciar su renuncia. Su cargo será ocupado, transitoriamente, por el actual ministro de Transporte, Víctor Rossi. Pero aunque Vázquez se apuró a rediseñar su gabinete, los exabruptos de la ministra del Interior le cayeron como anillo al dedo a la oposición en medio de la campaña electoral. Los candidatos presidenciales blancos y colorados, que venían criticando su gestión desde el principio. Como suele suceder en la antesala de los comicios el tema seguridad se impuso en la agenda de los medios y la ministra se convirtió en la figura a atacar.

“El sueño dorado del uruguayo no es tener casa propia; es tener el policía propio”, se había quejado Tourné, refiriéndose principalmente a la clase media de su país. “El mismo que reclama más policías, dice que todos los policías son corruptos, hijos de puta y ladrones”, agregó la maestra de profesión.

Durante el acto partidario, Tourné habló como si estuviera entre amigos. “La derecha dice que la ministra es una desequilibrada; además de lesbiana, de tener 18 amantes; además de vivir en Facebook y en pedo en Fun Fun (un conocido boliche de Montevideo)”, se quejó. Calificó de cobardes y sinvergüenzas a los candidatos presidenciales opositores y también apuntó contra sus propios compañeros del FA. “No debatimos en serio, porque el Parlamento da vergüenza; que me perdonen mis compañeros, pero dan vergüenza esos niveles de discusión ramplones. ‘Vení, vení, vení’, y oír a otra señora legisladora de nuestro partido político que grita: ‘¡Conchuda!’”, recordó, en referencia a un reciente escándalo en la Cámara de Diputados entre una legisladora oficialista y una colega de la oposición.