Martes, 4 de agosto de 2009 | Hoy
EL MUNDO › ARRANCA EL CONGRESO DE LA FACCIóN PALESTINA
Por Ben Lynfield *
Desde Belén
Fatah, el movimiento político que dominó la vida pública del pueblo palestino durante la vida de Yasser Arafat y que comenzó su debacle tras la muerte de éste, inaugura hoy su congreso de líderes, el primero en 20 años. La gran pregunta, la única pregunta mientras llegan los alrededor de dos mil delegados al hotel de la ciudad de Belén en Cisjordania, es la siguiente: ¿podrá este grupo político secular sobre el que descansan las últimas esperanzas de Occidente para alcanzar una paz con Israel sacarse de encima los lastres de la corrupción, renovar su legitimidad con caras nuevas y recuperar el terreno perdido frente a Hamas?
Ziyad Abu Ayn, estrecho colaborador del encarcelado líder de la segunda Intifada, Marwan Barghouti, podría ser una posible respuesta. El es una de las caras nuevas y está convencido de que la renovación es el camino. “Esta es una conferencia para buscar el cambio. El 80 por ciento de nuestros líderes tienen que ser reemplazados, ya que fallaron en absolutamente todo. Tiene que darse un relevo generacional”, aseguró el hombre de 50 años que pasó una década en cárceles israelíes, tras señalar que la mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo superan con facilidad los 70 años.
Sin dudas, tanto Israel como la comunidad internacional estarán mirando el Congreso bien de cerca, en especial las posturas que fije el grupo en cuanto a las negociaciones de paz. Se sabe que, hace algunos días, se presentó un documento de 41 páginas que a grandes rasgos dejaría a un lado el concepto de lucha armada frente al Estado judío, pero también que exigiría el congelamiento total de los asentamientos como requisito para iniciar cualquier conversación que pueda llevar a acuerdos definitivos.
Líderes de la vieja guardia y ex incondicionales de Arafat se resistieron durante años a convocar a un Congreso de este tipo por temor a perder espacios de poder y ser desplazados por cuadros más jóvenes. En los últimos meses, sin embargo, el sucesor de Arafat, Mahmud Abbas, se convenció de lo contrario y llegó a la conclusión que convocar a una reunión de este tipo y abrir espacios es la única manera de frenar la decadencia total de la organización.
Musa Fawaz, delegado de la comunidad palestina en el Líbano, puso blanco sobre negro y dejó en claro que si durante la reunión llegasen a triunfar figuras desacreditadas, ello equivaldría a una sentencia de muerte para el grupo. “Si fallamos en transformar a Fatah y no le damos líderes nuevos, populares y no corruptos, será la destrucción total del movimiento”, aseguró.
Hamas, por su parte, no quiso dejar de aportar al éxito de la reunión de sus adversarios y, en ese sentido, les prohibió la salida de la Franja de Gaza a más de 400 delegados de Fatah que se suponía tenían que asistir al Congreso en representación de ese territorio palestino. “No tendrán autorización en tanto el señor Abbas no ordene a sus fuerzas de seguridad la liberación de todos nuestros militantes”, señaló un comunicado emitido ayer por la facción islamista radical.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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