EL MUNDO › CARLOS REYES, DE LA RESISTENCIA DE HONDURAS

El candidato antigolpe

Carlos Reyes es candidato independiente a la presidencia de Honduras. Dirigente sindical desde hace más de 40 años, hoy es uno de los líderes del Bloque Popular (BP), el frente de la resistencia contra el golpe de Estado del 28 de junio. “Pertenezco al movimiento popular desde el ’59. Esto es un combate histórico contra los partidos tradicionales y la oligarquía que somete al país. Mi candidatura es sólo una etapa más en toda esta lucha”, explica a Página/12 por teléfono desde Tegucigalpa.

Lo cierto es que hasta hace dos meses su candidatura era casi testimonial. Pero, desde el golpe, la situación cambió. Su figura comenzó a crecer. Hoy, en Honduras, Reyes es el único candidato antigolpe.

Poco a poco, Reyes empieza a ser visto por vastos sectores populares como el candidato del derrocado presidente Manuel Zelaya. “La gente lo está interpretando de esa manera”, se limita a decir. Rápido, Reyes aclara que todavía duda si presentarse o no, que lo principal es la vuelta de Mel. Que desde el BP no quieren ser funcionales al régimen de facto. Pero los días pasan y su candidatura, por ahora, sigue en pie.

Según Reyes, la gente no es la única en identificarlo como el candidato afín al presidente constitucional. “Lo curioso es que desde la dictadura no paran de difamarme como el candidato de Zelaya, como el candidato chavista y hasta comunista”, señala entre risas. “Pero todo eso es un arma de doble filo”, desliza. Doble filo porque, según él, cada vez más la gente lo para por las calles de Tegucigalpa y lo saluda. Le da fuerzas y le dice que tiene que estampar su nombre en una boleta para ser la opción de los hondureños.

Cuanto más lo rechazan desde el gobierno de facto, mayor reconocimiento recoge por las calles. “Y no pasa lo mismo con los otros candidatos”, cuenta Reyes, en alusión a Elvin Santos, el candidato del Partido Liberal (PL), el partido de Zelaya, y Porfirio Lobo Sosa, del Partido Nacional (PN), ambos conservadores. “Al primero le tiraron con bombas de agua cuando fue a la universidad la semana pasada. Y el segundo tenía pensado por estos días ir de campaña por Olancho, que es su departamento natal, pero también el de Zelaya. Por eso, desde los movimientos campesinos le avisaron que mejor ni pasara por ahí”, detalla Reyes. Y Lobo Sosa no fue. La dictadura encabezada por Roberto Micheletti no sólo lo difama. Hace diez días, en una manifestación en la que se encontraba cortando una ruta en las afueras de la capital, la policía lo molió a bastonazos. Como resultado de la golpiza, Reyes, de 68 años, pasó la última semana en el hospital. Le partieron una oreja y le fracturaron un brazo y la muñeca. Durante esos días, Zelaya lo llamó.

En esa conversación, el presidente constitucional le dijo que, llegado el caso, habrá que pensar en hacer alguna clase de alianza. Se despidió y le deseó que se mejore. Reyes le cuenta a este diario que, durante los años del gobierno de Zelaya, el Bloque Popular no era precisamente oficialista. “Lo acompañábamos de manera crítica, fustigándolo cuando creíamos que hacía las cosas mal”, explica. “Pero apoyamos la suba del salario mínimo, el acuerdo con Petrocaribe y el ingreso al ALBA. Apoyábamos la consulta popular”, detalla.

Y eso un sector de los liberales lo sabe. Reyes cuenta que este último domingo hubo un mitin del sector del Partido Liberal que apoya a Zelaya y que, durante el encuentro, un amplio grupo de dirigentes decidió impugnar a Elvin Santos, el actual candidato de esa formación, por su connivencia con los golpistas. Lo que se empieza a especular, admite Reyes, es que estos liberales llamen a su electorado a votar por su candidatura.

Hoy por hoy, según admite el dirigente del Sindicato de Bebidas, en Honduras no hay encuestas ni datos confiables sobre la campaña. De hecho, casi nadie habla acerca de ello de forma aislada sino siempre como una variable más de la coyuntura actual y de las posibles salidas. Por eso Reyes insiste con que tiene dudas. “Todo depende de con qué niveles de represión se llegue a los comicios y si éstos se garantizan por la comunidad internacional. No vamos a presentarnos si la gente no quiere que lo hagamos”, afirma. Para saber qué quiere la gente que lo apoya, de acuerdo con Reyes, en pocas semanas comenzarán a consultar a las casi 70 mil personas que avalaron con sus firmas su candidatura.

En cuanto se recupere, vuelve a marchar por las calles junto a la resistencia, aunque su seguridad, según él, no esté garantizada. “Soy un blanco fácil, más aún con el mote de candidato zelayista”, asegura.

Entrevista: Martín Suaya.

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