Desde Santiago

Y llegó el día. Tras varios meses de dura campaña electoral, ocho millones 285 mil chilenos deberán –obligatoriamente so pena de pagar una multa– acudir hoy a votar para definir quién dirigirá los destinos de esta nación por los siguientes cuatro años y también para elegir a los próximos diputados y renovar a la mitad de los senadores.

La fecha es crucial, tomando en cuenta que, aunque bastante improbable, la derecha, liderada por el candidato inversionista Sebastián Piñera, podría llegar al gobierno en primera vuelta, recuperando el poder tras largos cincuenta años. O bien, de pasar el candidato independiente, Marco Enríquez-Ominami, a un más probable ballottage, estaríamos en presencia del fin de veinte años de la Concertación manejando el país.

Esto, obvio está, si los adherentes del aspirante de este conglomerado de centroizquierda, Eduardo Frei, no dicen otra cosa. Escenario éste, por cierto, mucho más realista si nos remitimos a las encuestas y a la historia de las últimas décadas de la política chilena.

El cuarto contendiente, el representante de la izquierda, Jorge Arrate, es una incógnita aún mayor que sólo se dilucidará en esta jornada.

En ese teatro de operaciones, los candidatos trataron ayer de mostrar confianza en la previa, hablando por última vez a los medios, pero sin grandes elocuciones.

Contagiados tal vez de esa parsimonia o quizás afectados por los más de 32 grados a la sombra que se registraron en Santiago, el ambiente en esta capital era ayer de calma. Demasiado, para lo que se presume un día histórico.

En una rápida vuelta por algunas comunas y barrios emblemáticos santiaguinos como Ñuñoa, Providencia, Las Condes o el mismo centro, Página/12 constató que al menos durante el día, la vida cotidiana en esta urbe no se vio alterada. La gente de shopping, almorzando en los restaurantes tranquilamente o pasando la tarde tomando cerveza en alguna terraza sombreada. Sólo la venta de alcohol en bares y botillerías fue restringida a las 23 horas. Lo demás, “como si aquí no pasara nada”.

“Estamos tranquilos, contentos, con mucha confianza y con mucha esperanza, mañana (hoy) va a ser un gran triunfo para la democracia chilena, porque una vez más los ciudadanos van a votar libremente de acuerdo con sus conciencias. Se apaga la voz de los candidatos y se va a escuchar fuerte la voz de la gente”, dijo Piñera en su última exposición pública, envalentonado por el casi 40 por ciento que exhibe en los sondeos

Arrate, como de costumbre de muy buen humor, mantuvo este sábado las esperanzas de ir a segunda vuelta aunque reconoció que “es un escenario menos probable”. Aclaró, no obstante, que “nuestra votación va a ser muy buena y vamos a tener parlamentarios por primera vez en veinte años”, refiriéndose a la posibilidad cierta, tras varios lustros, de que los comunistas instalen algún legislador en el Congreso.

Arrate exhibió un ascenso de uno a 5 por ciento desde que comenzó la carrera presidencial hasta las últimas encuestas. Incluso, algunas muestras le dieron un porcentaje cercano al 8 por ciento. De ser así, ese resultado lo dejaría en un muy buen pie para negociar con Eduardo Frei o Marco Enríquez-Ominami, en caso de que uno de ellos pase al ballottage.

Justamente el independiente, que ayer retiró un lienzo instalado en las inmediaciones de su comando reemplazándolo por otro con el slogan “Vuelvo el lunes”, fue el más elocuente y no escondió su seguridad en llegar a discutir la presidencia de Chile con Sebastián Piñera el próximo 17 de enero.

Enríquez-Ominami reiteró que es el único candidato que puede derrotar a la derecha, por más que las encuestas lo ubiquen en el tercer lugar bordeando el 20 por ciento. Su confianza radica en que las muestras también señalan que en una eventual segunda vuelta, es más competitivo que Eduardo Frei.

Fiel a su estilo, “quitado de bulla”, como se dice en Chile, este último candidato no realizó actividades públicas. Sin embargo, el presidente de su partido, el demócrata cristiano Juan Carlos Latorre, sostuvo que “hay claras expectativas de que tengamos una segunda vuelta con un triunfo para el candidato de la Concertación”.

Acto seguido, criticó la falta de “gobernabilidad” de Piñera que, a su juicio, no impidió que dos candidatos a senadores de la UDI, el partido de ultraderecha que apuntala al multimillonario inversionista, se enfrentaran en no muy buenos términos por una senaduría en la importante región de Valparaíso.

“Creemos que eso tendrá algún efecto. Yo no sé cómo arregla la derecha las posibilidades de gobernabilidad futura. Creo que la derecha, particularmente encabezada en esta oportunidad por Piñera, no ofrece serias garantías de gobernabilidad en el país”, despachó el dirigente político.

Y si las cosas estaban calmas, la presidenta Michelle Bachelet puso aun más paños fríos cuando –sentada en su casi 80 por ciento de apoyo que la convierte en la mandataria con más respaldo ciudadano de la región– pidió acudir a las urnas “con tranquilidad”.

“Soy una convencida de que cuando ejercemos el sufragio, lo que estamos haciendo los chilenos es reafirmar nuestra voluntad de vivir en paz, en democracia y, sobre todo, de convertir a nuestra patria en un país que pueda dar garantías a todos sus ciudadanos. Más de ocho millones de electores votarán para elegir presidente de la República, diputados en todos los distritos y senadores en la mitad de las circunscripciones del país. Este es un acto cívico esencial de nuestro régimen democrático, y por cierto que incidirá en el rumbo del país en los siguientes años”, sostuvo, apelando a la vieja tradición democrática chilena.

Bachelet visitó el centro de prensa ubicado en pleno centro de Santiago, en el espacio Cultural Estación Mapocho. El recinto estará equipado con más de 100 terminales de consulta para los medios de prensa y agencias noticiosas registrados, estudios para los canales de televisión y radios con conexión a señal oficial de audio-video, área con conexión wi-fi e Internet, servicio de teléfono, fax y servicio de cafetería.

Para estas elecciones, se acreditaron 500 profesionales de prensa pertenecientes a 55 medios de comunicación nacionales y 59 medios extranjeros.

Según la última inspección de los principales centros de votación está todo en orden para desarrollar un proceso cívico sin mayores sobresaltos. Se espera tener los primeros resultados cerca de las 18 horas, para eso de las 21 ya conocer la tendencia que, según experiencias anteriores, es casi irreversible.