EL MUNDO › AL MENOS 150.000 MANIFESTANTES PIDIERON SU SALIDA DEL PODER
Hugo Chávez con calle a contramano
La oposición venezolana prorrogó para hoy la vigencia del paro contra Chávez, pero su mayor victoria ocurrió en las calles.
Fue una nueva muestra de dominio de la calle. En el tercer día de paro general en Venezuela, por tiempo indeterminado y con acatamiento dispar, al menos 150.000 opositores marcharon desde la plaza de Chuao, frente a una de las sedes de la petrolera estatal PDVSA y epicentro del choque del martes entre manifestantes y la Guardia Nacional, hacia el Hotel Meliá, donde se encontraba reunido en la “mesa de negociación” con los polos venezolanos el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria. La oposición le entregó a Gaviria su demanda de una mayor mediación de la comunidad internacional hacia una salida a la crisis política, que en concreto equivale a la salida electoral del presidente Hugo Chávez. Además, quedó asentada la denuncia sobre la represión de la Guardia Nacional el martes. Después, en Caracas continuó el paro “activo”: tras la marcha, algunos opositores volvieron a la plaza de Chuao y un grupo volvió a cortar la principal autopista Francisco Fajardo.
La tercera jornada del paro activo transcurrió con fluidez en la actividad comercial y de transporte en el oeste y la periferia de Caracas. La capital registró un acatamiento del 70 por ciento al este, pero fue del 30 por ciento en el interior del país. Así, la cuarta paralización que encara Hugo Chávez en menos de un año y es convocada por sindicatos, empresarios y partidos de la oposición, tuvo ayer el menor acatamiento desde su inicio el lunes. Pero el clima de incertidumbre determinó que Chávez suspendiera su viaje a Brasilia para la Cumbre del Mercosur que empieza mañana –en que la Comunidad Andina busca negociar un acuerdo con el Mercosur– y en su lugar irá el vicecanciller Arévalo Méndez. El presidente venezolano admitió probables retrasos en los embarques de combustibles porque la huelga ha afectado la industria petrolera, al haberse plegado especialmente su nómina gerencial. Unos 300 militares fueron enviados a la refinería de El Palito, una de las más importantes del país, para efectuar controles de la actividad.
“Apóyenos, presidente Gaviria”, señaló Carlos Fernández, el presidente de Fedecámaras, la organización de empresarios que junto a los partidos de oposición y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) convocaron a la huelga general. El secretario general de la CTV, Manuel Cova, dijo que la intención del documento es “protestar ante la OEA y la comunidad internacional” por las agresiones de la Guardia Nacional del martes y pedirles “una acción más activa” para ayudar a resolver la crisis del país. Gaviria intenta una mediación desde hace tres semanas. El texto denunció la “brutal represión” por parte de la GN de una manifestación celebrada el martes frente a la sede de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) y la reciente intervención gubernamental de la Policía Metropolitana (PM), la más importante de Caracas. Gaviria lo recibió, sin hacer declaraciones, de manos del presidente de la cúpula patronal Fedecámaras, Carlos Fernández. Según Fernández, la aplicación de la Carta Interamericana es necesaria “por el cierre de las vías pacíficas y salidas democráticas” a la crisis nacional.
En simultáneo, cientos de partidarios del presidente Hugo Chávez se dieron convocatoria en la céntrica Plaza O’Leary, cercana al presidencial Palacio de Miraflores. Entretanto, las concentraciones opositoras tuvieron lugar en ciudades como la petrolera Maracaibo, las industriales Valencia y Maracay y la turística Porlamar (noreste), en el contexto de aprobación del llamado a un paro activo. En las ciudades de Barquisimeto, Valencia y San Cristóbal ocurrieron los incidentes más violentos. En Barquisimeto, los camarógrafos de los canales de televisión Promar, Radio Caracas Televisión y Televén resultaron golpeados y sus equipos fueron destruidos.
Hasta el papa Juan Pablo II pidió ayer que todos los venezolanos se comprometan “en un diálogo que beneficie al país para que pueda alcanzarse una justicia auténtica, fundada en la verdad y la solidaridad”. Por lo pronto, el presidente de la principal central obrera del país, Carlos Ortega, aseveró que el paro se mantendrá hasta que “se logren losobjetivos”. O sea, la aceptación del presidente Chávez de una consulta electoral adelantada sobre su permanencia en el poder.