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El presidente norteamericano George Bush se reunirá hoy en Washington con el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Lula tiene dos buenos antecedentes para la reunión: la ida del gobierno norteamericano del secretario del Tesoro Paul O’Neill, que ha utilizado su verba inflamada también contra Brasil, y su reciente entrevista con el director del FMI, Horst Koehler, en San Pablo. “Hay mucho terreno común en lo que consideramos necesario en política económica, y entiendo que trabajaremos juntos y muy próximos en las próximas semanas y meses”, había dicho Koehler el sábado en Brasil. Lula tiene el condicionante del préstamo que el FMI acordó entregar a Brasil, pero la mayor parte del mismo será entregada durante su gobierno. En su momento, Paul O’Neill había dicho que había que asegurarse de “que Lula no sea una persona loca”. El presidente electo prefirió no responderle, pero al menos no tendrá el desagrado de verlo como un miembro del gobierno norteamericano.