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El presidente chileno Sebastián Piñera inició ayer la venta de su paquete accionario en la aerolínea LAN, una deuda pendiente desde su campaña electoral. La compra del 8 por ciento de las acciones en manos del empresario multimillonario fue hecha por el holding empresarial Bethia, uno de los grupos económicos más importantes del país trasandino. Estipulada en 425 millones de dólares, la transacción ya recibió duras críticas de la oposición, que apuntó a que el mandatario se ahorraría más de 50 millones de dólares en impuestos a la ganancia al realizarla mediante su sociedad, Axxion.

Pasaron 13 días desde que el dirigente conservador Piñera llegó a La Moneda. Pero a pesar del retraso, el mandatario parece estar dispuesto a cumplir con sus promesas de campaña. Según informó ayer la Superintendencia de Valores y Seguros chilena, la venta al holding Bethia estaría confirmada, mientras que lo que queda del 3,13 por ciento del paquete accionario será rematado hoy en la Bolsa. Esta última venta le dejará en las arcas de Piñera unos 193 millones de dólares.

Accionaria de la cadena Falabella y del Club Hípico, el holding Bethia también tiene inversiones en las áreas agrícola, transporte, inmobiliaria y vitivinícola.

La tenencia de acciones en empresas privadas por parte de Piñera se había convertido en su talón de Aquiles para el reciente mandatario. Desde la oposición se reclamaba la venta de la totalidad de las acciones en manos del empresario, previo a su asunción en la dirigencia de la República, y en los últimos días incluso sus socios de la Unión Demócrata Independiente también arreciaban con las críticas.

Sin embargo, la noticia de la venta de LAN, lejos de calmar los ánimos de la oposición volvieron a despertar una fuerte oleada de críticas. Luego del anuncio sobre la venta accionaria, el jefe de la bancada de senadores de la Democracia Cristiana y ex ministro de Hacienda, Andrés Zaldívar, denunció que el empresario buscó tener un comprador para su paquete accionario a través de la sociedad Axxion en su conjunto, de manera que se lograra evitar el pago de impuestos por una cifra multimillonaria.

“El ha hecho una elusión, es decir, ha buscado una figura jurídica para no pagar el impuesto, que sabemos es cuantioso y según se dice puede bordear entre 50 y 90 millones de dólares”, afirmó enardecido Zaldívar.

Entre tanto, el diputado de la democracia cristiana Jorge Burgos fue más templado. “Está dentro de la decisión de quienes están en los negocios ese tipo de cosas, pero no le habría venido mal al fisco de Chile haber recibido ingresos del orden de unos U$S 50 millones”, dijo.

Desde el oficialismo, la senadora Lily Pérez salió a defender a su jefe como pudo. “La venta concretada es un tapón de boca para todos aquellos que durante un año entero de campaña electoral se dedicaron a atacar a nuestro actual presidente por sus acciones, particularmente las de LAN”, sentenció.