Jueves, 1 de abril de 2010 | Hoy
EL MUNDO › OBAMA LEVANTó LA MORATORIA SOBRE PERFORACIONES OFFSHORE
La Casa Blanca espera que el anuncio les ayude a cosechar el apoyo republicano para que el proyecto de ley del cambio climático pase por el Senado de Estados Unidos. La moratoria había durado casi tres décadas.
Por David Usborne *
Barack Obama se ganó la inmediata ira de los ambientalistas y muchos del núcleo de sus partidarios liberales ayer al declarar su intención de abrir vastas áreas de aguas costeras para las futuras perforaciones de petróleo y gas, revirtiendo décadas de política de dejar las olas para los peces, las gaviotas y los veraneantes. El plan, revelado en la base de la Fuerza Aérea de Andrews, podría, con el tiempo, darles acceso a las empresas multinacionales de energía al lecho marino a lo largo de gran parte de la costa Este desde Delaware hasta Florida en el Sur, en las áreas orientales del Golfo de México hasta el norte de Alaska.
Mientras el presidente a menudo se burló de los republicanos durante la campaña de 2008, incluyendo a Sarah Palin, por ofrecer la explotación marítima como respuesta a la escalada de los precios del petróleo con su grito “Drill, Baby, drill” (perfora, bebé, perfora), había dejado entrever insinuaciones durante meses, de su intención de cambiar de posición.
La Casa Blanca espera que la ayude a cosechar el apoyo republicano para que el proyecto de ley del cambio climático pase por el Senado de Estados Unidos. Sus asesores catalogaron el cambio como parte de un esfuerzo mayor para reducir la dependencia de Estados Unidos del petróleo extranjero. “Se trata de darle la seguridad energética al pueblo estadounidense”, dijo el secretario de prensa, Robert Gibbs, señalando que actualmente Estados Unidos depende en un 60 por ciento del petróleo extranjero. Obama, dijo rápidamente, apoya por igual las opciones solares y de viento y la construcción de nuevas plantes nucleares de energía.
El impacto sería visto primero como una franja en un territorio oceánico en la costa de Virginia donde los contratos saldrán a la venta para las empresas energéticas dentro de dos años. Mientras tanto, los geólogos del gobierno comenzarán a evaluar la viabilidad de perforaciones en otras áreas a lo largo de la costa Este.
Salvo en una parte del Golfo de México no se permiten más perforaciones offshore desde 1980, cuando Geoge Bush padre dispuso la moratoria a través de una orden que fue extendida durante el gobierno de Clinton y anulada por Bush hijo pocas semanas antes de dejar la presidencia.
“Esta no es una decisión que tomé a la ligera”, dijo Obama, parado frente a un jet de combate que volará con biocombustible. “Pero la verdad es ésta: dadas nuestras necesidades de energía, para sostener el crecimiento económico, producir empleos y mantener nuestra competitividad empresaria, necesitaremos aprovechar las fuentes tradicionales de combustible aun si crece la producción de nuevas fuentes de energía renovable producida en casa”.
“Habrá quienes estén fuertemente en desacuerdo con esta decisión, incluyendo aquellos que dicen que no deberían abrir nuevas áreas para perforaciones”, añadió. “Pero quiero enfatizar que este anuncio es parte de una estrategia mayor que nos llevará de una economía que funciona con combustibles fósiles y petróleo extranjero a una que descansa más en combustible producidos en el país y energía limpia.”
La respuesta de los ambientalistas fue rápida. “¿Este es el plan de energía limpia del presidente Obama o la campaña de Palin de ‘Drill, Baby,drill’?”, preguntó un director ejecutivo de Greenpeace, Phil Radford. “Mientras China y Alemania están ganando la carrera de la energía limpia, este acto promueve la adicción de Estados Unidos al petróleo. Expandiendo las perforaciones marítimas en áreas que han estado protegidas durante décadas, amenaza nuestros océanos y nuestras comunidades costeras que dependen de ellos con devastadores derrames de petróleo, más polución y cambios climáticos.”
Otros grupos reaccionaron de manera similar. “La perforación marítima, especialmente tan cerca como cuatro millas de las playas del Atlántico de Florida, tiene mal gusto sin importar qué presidente ni qué partido lo hace”, dijo Mark Ferrulo, de Environment Florida. “El apoyo del presidente no cambia los hechos: expandir las perforaciones no reducirá el precio del gas y representa una actividad sucia y peligrosa que puede provocar daños catastróficos en nuestras amadas playas.”
No es una agachada total a la industria del combustible fósil, ni a los conservadores. La prohibición permanecerá para la costa del Pacífico desde California a Washington, donde la oposición política fue más fuerte, y una planeada venta de contratos en la sensible ambientalista área de Bahía de Bristol de Alaska fue cancelada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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