Lunes, 5 de abril de 2010 | Hoy
EL MUNDO › LOS OBJETIVOS ERAN LAS EMBAJADAS DE EGIPTO, IRáN Y ALEMANIA; DECENAS DE MUERTOS
Las autoridades iraquíes sospechan que la red Al Qaida está detrás del triple atentado contra las sedes diplomáticas que dejó decenas de muertos y centenares de heridos. Un cuarto vehículo con explosivos fue detenido y desactivado.
Una nueva ola de atentados sacudió el corazón de Irak en la mañana de ayer. Entre 30 y 40 personas murieron y otras 220 resultaron heridas en un triple atentado suicida asestado frente a las embajadas de Irán y Egipto y contra una residencia de la embajada alemana en la ciudad de Bagdad, según reveló la policía local. Aunque aún no se ha determinado la autoría de los hechos, el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshybar Zebari, afirmó que detrás de los ataques estaría la red terrorista de Al Qaida.
La escalada de violencia en Irak parece no tener fin. Tan sólo dos días después de que 24 personas fueran asesinadas por hombres armados en las cercanías de la capital, una sucesión de explosiones en la Zona Verde – barrio fortificado del centro de Bagdad que alberga la mayoría de las sedes gubernamentales y delegaciones extranjeras– volvió a sembrar el pánico. Dos automóviles cargados de explosivos estallaron con pocos minutos de diferencia frente a la embajada egipcia y ante una residencia de la sede diplomática alemana, dejando un saldo de 12 muertos, al tiempo que una tercera explosión frente a la embajada iraní segundos después provocó al menos 18 muertes, centenares de heridos e importantes daños en los edificios aledaños, entre los que se encuentra la legación española.
Según informó el portavoz de la jefatura militar en Bagdad, Qassim al Moussawi, un cuarto vehículo con explosivos fue detenido y desactivado por las fuerzas de seguridad iraquíes cuando éste se dirigía contra el cuartel general de las fuerzas policiales encargadas de custodiar las embajadas en el barrio de Masba.
“En la embajada egipcia un coche manejado por un kamikaze chocó contra la barrera de hormigón de seguridad. Los guardias dispararon contra el terrorista, pero él se inmoló activando la carga explosiva”, explicó Al Moussawi. “Lo mismo pasó en la embajada iraní”, agregó sin poder dar más detalles en torno de la autoría de los hechos.
Las bombas que estallaron ayer en Bagdad sumieron en el caos a la capital iraquí. Decenas de ambulancias intentando abrirse paso en calles congestionadas inundaron el centro, mientras que el temor por nuevos atentados provocó la huida de muchos que buscaron refugio en sus casas. Las fuerzas de seguridad establecieron improvisados puestos de control por toda la ciudad, inspeccionando a cada uno de los vehículos que pasaba en la búsqueda de nuevos materiales explosivos.
“Es demasiado pronto para estar seguros de la identidad de los responsables y por ello debemos esperar las conclusiones de las investigaciones”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshybar Zebari. Sin embargo, el funcionario apuntó en sus acusaciones directamente a la red Al Qaida. “Los atentados por la modalidad de ejecución, objetivos y simultaneidad en las explosiones tienen la marca de Osama bin Laden”, declaró Zebari ante los medios locales tras los sucesos. Los últimos atentados sangrientos en Bagdad se produjeron el 7 y 27 de marzo pasado. Más de 30 personas murieron y 110 resultaron heridas en un ataque producido con bombas al principio de ese mes, mientras que para el 27 último un doble atentado suicida en el norte de Bagdad cobró la vida de 52 personas y sumó 73 heridos. Según divulgaron varios sitios islamistas, la responsabilidad de los atentados correspondió a la rama iraquí de Al Qaida, dispuesta a proseguir con una campaña de violencia destinada a romper con la democracia en Irak.
Entretanto, el triple atentado contra las sedes diplomáticas fue severamente condenado por la comunidad internacional. Medios españoles indicaron que una de las explosiones causó severos daños en la embajada de España en Irak, mientras que desde la Cancillería alemana se informó del fallecimiento de un guardia de seguridad iraquí que trabajaba para la sede alemana. “Condeno absolutamente las bombas de Bagdad”, afirmó el ministro de Exteriores germano, Guido Westerwelle. “Quiero manifestar nuestra solidaridad para con el pueblo iraquí. Seguiremos apoyando sus esfuerzos en pro de la paz y la democracia”, dijo el funcionario, al tiempo que la canciller Angela Mekel se declaró “profundamente afectada por los atentados”, y extendió sus condolencias a los familiares del miembro de seguridad fallecido.
“La explosión en las proximidades de nuestra embajada en Bagdad no produjo víctimas que lamentar, sin embargo se han producido cuantiosos daños materiales en nuestras oficinas”, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores español.
La crisis política y la inestabilidad que reina en el país del Golfo parece profundizarse tras las elecciones parlamentarias del 7 de marzo pasado. Con la elección del ex primer ministro laico Iyad Allawi, la actual dirigencia del mandatario Nuri al Maliki enfrenta la necesidad de negociar la formación de un próximo gobierno, mientras que la escalada de violencia azota al país. El número de víctimas por atentados durante el mes de marzo llegó a los 367, según revelaron estadísticas oficiales.
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