EL MUNDO › PIDEN UNA SANCION DE LA ONU PARA QUE HAYA GUERRA
Europa se baja del tren a Irak
Por Ian Black y Suzanne Goldenberg
Desde Atenas y Washington
Diferencias transatlánticas sobre Irak amenazaron con retrasar el cronograma de una invasión ayer, cuando la Unión Europa advirtió a Estados Unidos que no puede haber guerra contra Saddam Hussein sin pruebas claras de que tiene armas prohibidas. Javier Solana, el jefe de política exterior de la Unión Europea, emitió un claro recordatorio a Washington de que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU puede determinar si una acción militar está justificada. Los gobiernos europeos y la opinión pública creen abrumadoramente a esta altura que no está justificada, porque el trabajo de los inspectores de armas no ha sido concluyente.
“Sin pruebas, sería muy difícil comenzar una guerra –dijo Solana al diario francés Le Monde–. La legitimidad de tal guerra será determinada por el Consejo de Seguridad. Los inspectores de armas de la ONU derivan su legitimidad del Consejo, de manera que si no hay información considerada suficiente por el Consejo de Seguridad, creo que sería muy difícil actuar.” El comentario de Solana, de inusual dureza para el funcionario, llegó después de que los inspectores informaran el jueves que hasta el momento no habían descubierto “pistolas humeantes” en su trabajo, haciendo más difícil para el presidente George W. Bush ganarse a la escéptica opinión internacional.
El cambio de opinión en Europa fue reconocido en Estados Unidos, donde los funcionarios enfatizaron que Washington no vería el informe de los inspectores de armas el 27 de enero como el día para decidir la guerra, como se había pensado previamente. “Vemos esto como un fecha importante para informar –dijo ayer el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer–. Esto dará a los inspectores más tiempo para volver a mirar y evaluar el acatamiento iraquí.” “Creo que nuestro gobierno va a continuar trabajando con la ONU –dijo el senador Richard Lugar, presidente del Comité de Relaciones Exteriores–. Quisiéramos que el cronograma fuera más claro. Puede no ser el caso. Pero debemos trabajar muy cooperativamente con un grupo multinacional de gente.” Esto ha erizado los pelos entre los halcones de la administración, que están comenzando a hablar sobre un “corrimiento”. Tales temores tuvieron voz ayer en una diatriba contra el secretario de Estado Colin Powell, por un comentarista conservador en The Washington Post. “¿Powell fue a las Naciones Unidas para obtener apoyo a la política del presidente? ¿O fue para socavar esa política e implementar en cambio la política preferida de Powell de “contención” dejando a Saddam en su lugar, al establecer un proceso interminable que mantenga a raya a EE.UU.?” escribió Charles Krauthammer.