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Esa mujer que ayer visitó Tucumán y Misiones para anunciar los detalles del Plan Vida –un programa asistencial dirigido a mujeres embarazadas y niños de hasta 5 años– odia que la comparen con otra mujer. Pero su labor social, quiera o no, vuelve natural las comparaciones. Aunque el paralelo al final siempre deja más diferencias. A partir de ayer, Hilda González de Duhalde aportó una nueva discrepancia, que la podría separar más de la primera dama que se perpetuó como modelo. Dos veces en el día, sugirió a los periodistas que podría competir por la gobernación bonaerense: “Hasta el 25 de mayo yo no hago nada –aclaró Chiche en una entrevista radial–. Después de ahí, estas ganas de hacer cosas las puedo volcar en la provincia de Buenos Aires, que es donde puedo pensar. Pero no lo tengo decidido”. Aunque luego negó que eso signifique que vaya a ser candidata, en su entorno admitieron a Página/12 que “Chiche está analizando la posibilidad de presentarse como candidata”.
Chiche recorrió ayer las provincias de Tucumán y Misiones, en un viaje que combinó sus funciones como coordinadora de Políticas Sociales con gestiones políticas para lograr más apoyo para la corriente “renovadora” del PJ que impulsará la candidatura de Néstor Kirchner. Consultada por la prensa, apoyó la postulación del patagónico pero aclaró con énfasis que no lo secundará en la fórmula. “Ya he decidido, ya lo anuncié hace más de un mes que no voy a acompañar en la fórmula a nadie”, subrayó. Luego, hacia el final de la tarde, Chiche llegó a Misiones, donde se reunió con su esposo, que había viajado hasta la localidad de Apóstoles para entrevistarse con el senador misionero Ramón Puerta.
La visita de Duhalde a Puerta –que se distanció del Ejecutivo luego de que se archivara la propuesta de ley de lemas– se extenderá durante todo el fin de semana. El Presidente intentará convencer al misionero para que respalde a Kirchner, pero por ahora Puerta no se muestra muy dispuesto a apoyar al patagónico. “A Duhalde lo acompañó siempre y lo va a acompañar, pero Kirchner es otra cosa”, analizaba ayer ante Página/12 un allegado al anfitrión. Mientras Duhalde trataba de ampliar la base de sustentación de su estrategia electoral, Chiche implementaba en Tucumán su proyecto de las “manzaneras” y explicaba el nuevo plan alimentario, que prevé la entrega de un moisés a todas las embarazadas que cumplan con los requisitos.
Pero la coordinadora de Políticas Sociales habló varias veces con la prensa. En todos sus contactos, primero en una entrevista de radio Show, luego ante los periodistas del diario Primera Edición de Posadas, Chiche adelantó que su futuro político está en la provincia de Buenos Aires. Esos dichos, así como también su aclaración de que no acompañará a Kirchner en la fórmula, revelaron que la definición de las candidaturas –por lo menos en la provincia de Buenos Aires– todavía es pura incertidumbre.
La ubicación de Chiche en el mapa político es crucial, ya que sus movimientos podrían condicionar los del gobernador bonaerense, Felipe Solá. Si Chiche decide competir por la gobernación a instancias de su marido, Solá se vería obligado a buscar otro espacio vacante, que no sería otro que la candidatura a vicepresidente. En La Plata, el gobernador y sus hombres de confianza confían en que Duhalde respetará su palabra. Hace menos de una semana, el Presidente definió a Solá como “el candidato a gobernador de la provincia”. Eso fue acordado en una reunión en Chapadmalal, donde Duhalde aseguró al sucesor de Carlos Ruckauf que podrá competir por la reelección. “Solá es candidato a gobernador, y a su futuro no lo decide nadie”, aseguraban ayer desde el entorno de Solá.
Pero entre los duhaldistas que están más lejos del gobernador, la cuestión no parece estar para nada definida. “Chiche no descarta ser gobernadora, y Solá lo sospecha, por eso se largó aceleradamente a hacer campaña”, interpretó un legislador que estuvo enemistado con el gobernador y con el tiempo terminó aceptándolo. “Con los Duhalde nunca se sabe, dicen una cosa y después hacen otra”, advirtió. La indefinición en la disputapor la candidatura a gobernador explica, también, que se postergue el nombramiento del segundo de Kirchner en la fórmula. Cuando la propia Chiche asegura que “debe ser un bonaerense” –en sintonía con muchos dirigentes de la provincia– puede estar hablando de Solá, de los mosqueteros Alberto Balestrini, Julio Alak o Juan José Alvarez, o también del ministro de la Producción Aníbal Fernández, a quien los allegados a Chiche definen como “el preferido”.
Duhalde busca definir la difícil negociación con Puerta, quien ayer le pidió que reactualice la ley de lemas. “No se puede porque no la banca Alfonsín ni el radicalismo”, respondió Duhalde, quien hoy intentará convencer al dueño de la enorme casona llamada “El Cruce”, en Apóstoles, donde se ven numerosas plantas de yerba mate modeladas como si fueran estatuas. El resultado de la gestión se comprobará el martes próximo, cuando se reúna por primera vez la flamante “corriente renovadora” del PJ.