Miércoles, 26 de enero de 2011 | Hoy
EL MUNDO › NAJIB MIKATI ESTá ENCARGADO DE FORMAR GOBIERNO EN EL LíBANO
Por Catrina Stewart *
Un candidato apoyado por el movimiento Hezbolá tendrá que formar el gobierno libanés, informaron ayer. La noticia desató una ola de protestas callejeras contra la creciente influencia del grupo auspiciado por Irán. El presidente Michel Suleiman nombró al magnate multimillonario Najib Mikati como el nuevo premier, después de asegurarse los votos necesarios para derrotar al pro occidental Saad Hariri, que fue el primer ministro hasta que Hezbolá derrumbara, hace dos semanas, el gobierno de unidad.
La designación de Mikati fue vista como una victoria del movimiento chiíta, que se consolidó como la fuerza militar y política más importante en el país, a pesar de haber surgido como un pequeño grupo de resistencia frente a Israel. Pero Hezbolá amenazó con llevar al Líbano a un escenario de renovada violencia sectaria y los musulmanes sunnitas temen que el movimiento quiera convertir en un estado chiíta islámico al Líbano.
Inmediatamente, Mikati trató de presentarse como un político moderado y unificador. “Mi mano está extendida a todos los libaneses, musulmanes y cristianos, para construir y no para destruir –afirmó–. Esto no simboliza la victoria de un campo sobre el otro.” El nuevo primer ministro consiguió el apoyo de 68 legisladores, incluidos los del Hezbolá, frente a los 60 que obtuvo Hariri, quien buscaba seguir como primer ministro. Mikati, que tiene 55 años, se dedica desde 1989 a las telecomunicaciones y desde 1992 está en política. En 1998, este hombre que tiene un máster en Administración de Empresas de la Universidad de Harvard ofició como ministro de Transportes y Obras Públicas. En 2005, estuvo como primer ministro durante un par de meses en un gobierno provisorio. En 2009, volvió a ganar un escaño como diputado.
Los seguidores de Hariri tomaron ayer las calles en un día de furia. Las protestas se volvieron violentas en la ciudad de Trípoli. Los manifestantes sunnitas quemaron gomas y levantaron barricadas mientras cantaban “La sangre sunnita está hirviendo”. Las declaraciones de quienes participaban de la revuelta iban en el mismo sentido. “Es un día de rabia en contra de la interferencia de Irán y Siria”, les dijo a los manifestantes Mahmud Kabbar, un legislador de Trípoli. “No pongan a prueba nuestra furia”, advirtió a las autoridades el parlamentario.
Las protestas recordaron los enfrentamientos sectarios que se dieron hace dos años en Beirut y que costaron docenas de vidas. Pero Hariri llamó a sus seguidores a mantener la calma. “Mi convocatoria es una convocatoria nacional. Ustedes están furiosos pero son gente responsable”, dijo el ex premier, cuyo gobierno cayó días atrás mientras estaba en Washington.
Por su parte, Hassan Nasralá, jefe de Hezbolá, se sumó a los pedidos de paz hechos ayer, minimizando la influencia de su movimiento. “Hezbolá no dirigirá el próximo gobierno”, dijo. Y agregó: “Najib Mikati no es un hombre del Hezbolá”. Aunque el actual líder del movimiento fundado a principios de los años ’80 llamó a apoyar al flamante premier. “Insto a todos a cooperar con él porque existe una verdadera oportunidad para unirse, sin vencedores ni vencidos, para superar esta etapa”, reclamó Nasralá en un mensaje televisado.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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