El final de la oración del viernes volvió a ser, por tercera vez, el inicio de protestas masivas en las principales ciudades de Siria. El resultado fue, también de nuevo, sangriento: al menos nueve muertos y decenas de heridos por la represión estatal, que atacó con balas de plomo. El accionar policial más violento se produjo en Duma, al norte de la capital, y en la localidad sureña de Sanamein. Las protestas comenzaron cuando los manifestantes culminaron la oración semanal. En Duma, a 15 kilómetros de Damasco, la concentración de miles de personas fue rodeada de inmediato por policías. Situaciones similares se vivieron en Sanamein, cerca de Deraa, el epicentro de las manifestaciones contra del régimen.

Las protestas alcanzaron Banias, a 280 kilómetros de Damasco, el sector de mayoría kurda del país donde 300 mil personas están privadas de la nacionalidad siria desde hace medio siglo. En la región se plegaron por primera vez a los pedidos de cambio político desde que comenzaron las revueltas. En una petición, dieciocho responsables religiosos de la ciudad apoyaron “las demandas del pueblo de reformas y libertad, el levantamiento del estado de emergencia”, vigente desde 1963, y “el derecho de manifestación”. Las protestas de ayer tuvieron como eje central, al igual que las de las últimas semanas, el pedido de renuncia del presidente sirio Bashar al Assad y el establecimiento de un gobierno democrático. Las fuerzas policiales intentaron dispersar las manifestaciones con gases lacrimógenos, bastones y balas de plomo. Según informó la agencia árabe de noticias Al Jazeera, efectivos de las fuerzas de seguridad vestidos de civil golpearon a los manifestantes con palos y luego les dispararon. Un testigo apuntó que en Duma al menos ocho personas murieron, pero advirtió que el balance podría superar los diez muertos. En Sanamein, un joven manifestante de 20 años, Dia al Shamari, murió al recibir disparos de las fuerzas de seguridad en la entrada de la ciudad, anunció un militante de los derechos humanos. La agencia oficial siria Sana confirmó que hubo manifestaciones cerca de mezquitas en Deraa y Latakia, pero negó que las fuerzas policiales hubieran intervenido.

En Deraa, las protestas fueron potentes. Allí, los fieles se manifestaron ante el Palacio de Justicia. En esta ciudad, desde que comenzaron los reclamos la violencia se ha cobrado al menos 30 muertos según las autoridades, 55 según Amnistía Internacional, más de 70 según Human Rights Watch y 130 según los militantes locales.