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Cuando pasaron más de dos meses de su intervención en Libia, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó su ataque más devastador sobre la capital del país árabe. La seguidilla de bombardeos sobre Trípoli en la madrugada de ayer causó al menos tres muertes y más de 150 personas resultaron heridas, según informó el gobierno libio. Hubo más explosiones durante las últimas horas del día. La contraofensiva aliada coincide con la decisión de Francia de desplegar helicópteros de combate contra las fuerzas del líder de ese país, Muammar Khadafi.

Horas antes del sorpresivo ataque sobre el bastión oficialista libio, Francia había difundido al mundo su decisión de intervenir el espacio aéreo de Libia con una flota de helicópteros. Según París, la idea del envío de las naves era sumar herramientas para atacar objetivos terrestres con más precisión. “No se trata de un cambio de estrategia. Se trata de seguir debilitando los medios militares de Khadafi”, había afirmado el canciller francés Alain Juppé.

No obstante, la OTAN tomó la iniciativa en la madrugada de ayer, cuando avanzó en un nuevo ataque al régimen de Muammar Khadafi, el más fuerte desde la intervención en Libia. Los bombardeos, más de 20 misiles, lanzados temprano, apuntaron a un cuartel de la guardia popular oficial de Khadafi en el que se encontraban unidades voluntarias de apoyo al ejército. El lugar, no obstante, es cercano a la residencia del líder libio. Según el organismo, un grupo de aviones caza lanzaron al menos 20 misiles en menos de media hora. Las fuerzas oficialistas intentaron repeler el ataque, sin éxito.

El vocero del gobierno libio, Musa Ibrahim, informó que la mayoría de las víctimas –tanto las mortales como los heridos– son civiles que vivían cerca del cuartel. En la morgue del hospital, un periodista de una agencia de noticias internacional aseguró haber visto el cadáver de tres jóvenes con graves heridas en la cabeza. Algunos testigos del ataque identificaron los cuerpos como los de dos hermanos y un primo que vivían en una avenida cercana al cuartel atacado. “Habían salido después de los primeros ataques para ver qué pasaba, pero fueron gravemente heridos por los bombardeos siguientes”, indicó un vecino de las víctimas.

“En Trípoli, nuestras viviendas están cerca de los cuarteles. Pueden imaginarse el terror y el de nuestras familias cada vez que hay bombardeos”, desafió Fathala Salem, un habitante de la ciudad capital.

Los estruendos cesaron no bien asomó el sol, pero regresaron durante la primera tarde, sin provocar aparentes destrozos. El terror despertó fuertemente a la noche, cuando el ruido de seis explosiones sacudieron el barrio capitalino de Bab al Aziziya, lugar específico donde está la residencia de Khadafi. Según el relato de testigos, lo primero que se oyó en medio de la noche fueron los motores de aviones caza, que precedieron a tres explosiones ensordecedoras, seguidas de otras tres explosiones dos minutos después. Bab al Aziziya ya recibió ataques de la OTAN en ocasiones anteriores. Cabe recordar que el hijo menor del líder libio y dos de sus nietos fallecieron en uno de esos bombardeos.

Con las noticias de los bombardeos circulando por los grandes medios internacionales de comunicación, Gran Bretaña aún no decidía una nueva intervención aérea en Libia. “Los franceses han tomado efectivamente la decisión de desplegar sus helicópteros de combate en Libia”, declaró el viceministro de las fuerzas armadas, Nick Harvey.

En el plano diplomático, la rebelión se anotó un nuevo éxito con el anuncio de que Estados Unidos invitó al Consejo Nacional de Transición (CNT) a abrir una representación diplomática en Washington y su reconocimiento por parte de Jordania. “Entregué, en nombre del presidente (Barack) Obama, una invitación formal al CNT para abrir una representación en Washington”, apuntó Jeffrey Feltman, subsecretario de Estado para Medio Oriente, en Benghasi, capital de la rebelión.

Por su parte, el canciller jordano, Nasser Jawdeh, afirmó que Jordania considera al CNT como representante legítimo del pueblo libio y “próximamente nombrará un enviado permanente en Benghasi”.