Soldados tunecinos abrieron fuego sobre un grupo de manifestantes y mataron a un joven de 14 años en la noche del domingo. El muchacho fue asesinado en las protestas organizadas en Sidi Buzid, considerada como la ciudad que dio origen a la “primavera árabe”. El adolescente tunecino se manifestaba con otros 400 jóvenes contra el actual gobierno de transición de Túnez, cuando un grupo comenzó a incendiar neumáticos cerca de la presencia de los soldados, que dispararon al aire y al suelo en señal de advertencia; pero esas balas alcanzaron al joven, causándole la muerte y dejando heridos entre los manifestantes.

Ubicada a 250 kilómetros al sur de la capital, Sidi Buzid fue el lugar donde el 17 de diciembre un joven comerciante ambulante, Mohamed Bouazizise, se prendió fuego a lo bonzo en protesta por la falta de perspectivas y la arbitrariedad de las autoridades de su país. Ese hecho terminó por desencadenar una ola de protestas que culminó semanas después con el derrocamiento de Zine el Abidine Ben Ali. Sin embargo, muchos tunecinos no se encuentran satisfechos con el gobierno de transición instalado a partir del triunfo de la revuelta. Tras el suceso del domingo, y a tres meses de las elecciones convocadas tras la caída del dictador, se esperan nuevas protestas en el país.

El gobierno de Túnez no disimula su preocupación por los actos violentos organizados por extremistas religiosos. Sin ir más lejos, este fin de semana fueron atacadas comisarías policiales en cinco ciudades. Esto fue considerado por las autoridades como un intento de boicotear los preparativos para los comicios del 23 de octubre. El primer ministro tunecino, Béji Caïd Essebsi, aseguró que aquellos que convocan nuevas protestas sólo intentan provocar el caos. En un discurso transmitido por la televisión estatal, Essebsi señaló que los comicios para llamar a una asamblea que reforme la Constitución no se retrasarán. La víctima fue identificada como Thabet Belkacem y falleció en un hospital de la ciudad.