EL MUNDO › ARRANCA EL PROCESO DEL SOLDADO ACUSADO DE FILTRAR LOS WIKILEAKS

Juzgan si es héroe o traidor

La Corte acusa al cabo Bradley Manning de sacar informaciones y documentos secretos de computadoras, durante su destino como analista de los servicios secretos del ejército estadounidense en Irak, para entregárselos a Wikileaks.

Más de año y medio tras su detención, el supuesto informante de la red de revelaciones Wikileaks, el soldado estadounidense Bradley Manning, compareció ayer por primera vez ante el tribunal militar encargado de juzgarlo en la base de Fort Meade, Maryland, cerca de la capital, Washington. El cabo primero compareció en una sala llena, vistiendo uniforme y gafas.

Manning, que cumplirá hoy 24 años, confirmó al juez que entiende los cargos en su contra: acceso ilegal y descarga de documentos clasificados. La Corte lo acusa de sacar informaciones y documentos secretos de computadoras, durante su destino como analista de los servicios secretos del ejército estadounidense en Irak, y entregárselos a la plataforma Wikileaks. Su posterior publicación provocó un escándalo en todo el mundo al conocerse detalles sobre las guerras en Irak y Afganistán, además de cientos de miles de despachos diplomáticos internos de Estados Unidos.

El joven soldado enfrenta un total de 22 delitos, en parte muy graves, al considerar que con su actuación puso en manos de sus enemigos la vida de sus compañeros. Poco después del inicio de la audiencia, el abogado de Manning, David Combs, pidió que se cambie al juez Paul Almanza, al que consideró parcial y apenas un peón del Ministerio de Defensa, para el que trabajó mucho tiempo como fiscal. Asimismo, el abogado se preguntó por qué era siquiera necesario considerar el material filtrado como secreto. Combs se quejó de que no se le había permitido citar testigos para hablar sobre la necesidad de secreto y que ni siquiera se analizó seriamente si la información filtrada debería haber sido clasificada de esa forma. Según dijo, pretendía preguntar a los testigos: “Por qué es material clasificado? ¿Por qué causaría daño?”.

La comparecencia de Manning iniciada ayer, que se prevé durará varios días, no es el juicio en sí, sino una audiencia bajo el Artículo 32 de la Justicia Militar destinada a clarificar si hay pruebas suficientes para la apertura de un proceso militar en su contra. Si llega a juicio, de ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua. La situación de Manning ha provocado la protesta de miles de personas en todo el mundo, incluidas reconocidas figuras internacionales como Dan Ellsberg, quien en los años ‘70 filtró al diario The New York Times los “papeles del Pentágono”, miles de documentos secretos sobre la guerra de Vietnam.

Con motivo del inicio de las audiencias, la red de seguidores de Manning inició ayer una protesta en las afueras de Fort Meade. Medio centenar de manifestantes, algunos de ellos llegados desde Nueva York, se congregaron ante la puerta principal de la base militar en una “vigilia” pacífica, portando pancartas que exigen su liberación o con lemas como “la verdad no es un crimen”. Entre ellos estaba el teniente Dan Choi, que adquirió renombre internacional tras ser expulsado del Ejército por ser homosexual y convertirse en uno de los principales activistas para lograr la derogación de la ley “No preguntes, no cuentes” que impedía a los militares revelar su orientación sexual so pena de ser expulsados.

Según Choi, como militar, incluso aunque Manning efectivamente fuera el informante de Wikileaks, sus acciones no deberían constituir un delito. “Bradley Manning es el único soldado en toda su cadena de mando que hizo su trabajo (...) que defendió la verdad e intentó hacer una denuncia cuando vio que algo no estaba bien. Eso es lo que hacen los soldados, lo que tienen que hacer los soldados. En la guerra, si ves algo que está mal, tu deber es denunciarlo”, señaló.

Tanto Cho como Jeff Patterson, cofundador de la Red de Apoyo a Bradley Manning, dudan de que el joven vaya a recibir un juicio justo. “Va a recibir un juicio militar y los militares no son un grupo de personas de mente abierta hacia los disidentes, hacia personas que dicen la verdad”, consideró Patterson. “Se trata de una cuestión de mostrar disciplina y ejemplo para otros soldados, de mostrarles lo que les puede pasar.”

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Un simpatizante de Manning protesta en la entrada a la base militar donde es juzgado.
Imagen: AFP
 
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