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En un encuentro convocado de urgencia para tratar la masacre que se cobró la vida de 116 personas y dejó 300 heridos en Siria, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) responsabilizó al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad por los asesinatos perpetrados el viernes en la ciudad de Houla, pese a que Damasco niega toda responsabilidad en la matanza. “El Consejo de Seguridad condena en los términos más contundentes posibles la muerte, confirmada por los observadores de las Naciones Unidas, de decenas de hombres, mujeres y niños y las heridas sufridas por cientos de personas más en la localidad de Houla, cerca de Homs”, sostiene el comunicado de la ONU. “El Consejo de Seguridad también condena la muerte de civiles por los disparos a corta distancia y los graves maltratos físicos”, agrega el documento, leído por el vocero del organismo, el embajador adjunto de Azerbaiján, Tofig Musayev, luego de tres horas de reunión a puertas cerrada.

El gobierno de Bashar al Assad, por su parte, se encargó de negar toda responsabilidad con los brutales ataques. La máxima instancia ejecutiva de la ONU convocó al encuentro para discutir sobre la masacre después de que Rusia rechazara una propuesta franco-británica para la aprobación de una declaración de condena, según informaron fuentes diplomáticas que optaron por el anonimato. “Estamos coordinando urgentemente con nuestros aliados una fuerte respuesta internacional, entre ellos el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea (UE) y los órganos de los Derechos Humanos de Naciones Unidas”, había señalado ayer el ministro de Asuntos Exteriores británico William Hague. La prioridad del Reino Unido es “atribuir la responsabilidad absoluta de este horrendo crimen y asegurar rápidamente que los responsables sean identificados y juzgados”. Moscú salió a defender la necesidad de recibir el informe de la misión de observadores militares enviada a Siria, encabezada por el general noruego Robert Mood, antes de tomar alguna decisión en el Consejo de Seguridad.

El vocero del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad Makdesi, condenó el ataque y señaló que el Estado sirio “es responsable de la protección de los civiles de conformidad con la Constitución”, según informó la agencia siria de noticias SANA. En una conferencia de prensa celebrada en la sede ministerial, Makdesi aseguró que no hubo ningún ingreso de artillería o tanques en Houla –donde se produjo la masacre– y que los efectivos que se encontraban en la región actuaron en defensa propia, lo que terminó con los enfrentamientos.

Para el vocero existe una sospechosa coincidencia entre esos incidentes y la visita a Siria del enviado especial de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan, prevista para hoy. El jefe de la misión de observadores en Siria, Robert Mood, caracterizó al ataque como una tragedia brutal, pero no se atrevió a señalar a los responsables, en una entrevista concedida a la cadena Al Jazeera.