El gobierno de Colombia y las FARC, que negocian en La Habana el fin del conflicto armado iniciado hace medio siglo, retomaron ayer las conversaciones con llamados a la participación de la ciudadanía como forma de garantizar los eventuales acuerdos. El jefe de la delegación gubernamental para el diálogo, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, consideró que el aporte de la ciudadanía colombiana es “clave” para lograr algún acuerdo y las FARC pidieron la integración de la sociedad para lograr la “consolidación de una democracia auténtica” en el país.

De la Calle destacó los resultados de la primera ronda de las negociaciones, que tuvieron un receso de cinco días. Al ya anunciado foro en el que organizaciones sociales y sindicales sentarán su postura –para el que las partes pidieron el apoyo de la ONU y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional– se suma el sitio web que acordaron el gobierno y la guerrilla. “Ese segundo esquema de participación ciudadana, que creemos que es el mejor, el más abierto, realmente inédito, es la página web, en la que cada ciudadano, con toda libertad, sin tapujos, puede proponer alrededor de los seis puntos de la agenda”, destacó De la Calle.

En su llamado a la ciudadanía, las FARC expresaron que la paz “no podrá ser el resultado de un diálogo alejado del pueblo de Colombia, de una decisión de las alturas, de imposiciones unilaterales”, por lo que “el país entero tiene que movilizarse a exigir su participación decisoria en el proceso”. En una declaración que leyó el negociador Luis Alberto Albán, alias “Marco León Calarcá”, la guerrilla señaló que la mesa de diálogo “es el punto de encuentro de dos maneras de ver la problemática nacional y de plantear su resolución”. La nueva declaración insurgente pareció molestar al gobierno, al punto de que De la Calle pidió mantener la reserva.