EL MUNDO › CAE LA IMAGEN DEL OFICIALISMO BRITáNICO LIDERADO POR CAMERON

Conservadores en problemas

Si se mantiene la actual tendencia, Milliband sería primer ministro con una mayoría absoluta de unos cien diputados en la Cámara de los Comunes. El punto de inflexión fue el presupuesto presentado por el ministro de Finanzas Osborne.

 Por Marcelo Justo

Desde Londres

Los conservadores perdieron una quinta parte del apoyo que tenían a principios de 2012. Una encuesta de encuestas que promedia todos los sondeos del año, publicada por el matutino The Independent, muestra que el partido de David Cameron, que tenía un 39 por ciento de apoyo en enero, está hoy en un 32 por ciento mientras que el laborismo ganó tres puntos (41 por ciento) y se afirmó con una cómoda ventaja en la intención de voto.

En enero de 2012 los conservadores le llevaban un punto a los laboristas a pesar del duro programa de ajuste fiscal que estaban implementando con una reducción del gasto de unos 100 mil millones de euros para el período 2010-2015. Esta ventaja había generado ansiedad en el laborismo respecto del liderazgo de Ed Milliband y su aparente incapacidad para aprovechar políticamente la crisis económica.

Todo cambió en estos 12 meses. Si se mantiene la actual tendencia, Milliband sería primer ministro con una mayoría absoluta de unos 100 diputados en la Cámara de los Comunes. El punto de inflexión fue el presupuesto presentado por el ministro de Finanzas, George Osborne, en marzo rebautizado como el “granny rate” (impuesto a la abuela) y “Robin Hood al revés” (roba a los pobres para darles a los ricos).

A partir de ese momento el apoyo a los conservadores se situó por debajo del 35 por ciento y los laboristas empezaron a sacarle una ventaja consolidada de entre siete y nueve puntos en la intención de voto. La percepción de los conservadores como partido de los ricos influyó. La crisis económica intensificó el problema: en el segundo trimestre el Reino Unido entró en su segunda recesión en tres años. El tema europeo terminó de desarmar el flanco de derecha conservador.

Los antieuropeos del UKIP, que se convirtieron en una de las sorpresas políticas de 2012, pasaron del 3 al 8 por ciento beneficiándose tanto con el voto protesta como con el desencanto de muchos británicos con la crisis de la Eurozona y la pertenencia a la Unión Europea. La otra sorpresa es el partido del liberal-demócrata, Nick Clegg. Contrario a lo que se pensaba, no hubo una deserción masiva por su vínculo con los conservadores en el gobierno de coalición. En 2012 sólo perdió un punto de apoyo y se mantuvo en un 11 por ciento, apenas por debajo de su base electoral.

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Cameron está en una posición mucho más delicada que doce meses atrás.
Imagen: AFP
 
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