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Hacia dónde va la “Hoja de Ruta”

La esperada cumbre tripartita entre los primeros ministros israelí, Ariel Sharon, palestino, Mahmud Abbas, y el presidente norteamericano, George W. Bus, tuvo lugar esta semana en Jordania, hacia la puesta en marcha de la Hoja de Ruta, el plan de paz para Medio Oriente. Quedó asentado el compromiso de los israelíes de desmantelar las colonias ilegales en Cisjordania y de los palestinos, de cesar la violencia antiisraelí. Disconforme, la agrupación extremista palestina Hamas rompió el diálogo con Abbas. Y cinco facciones radicales, incluida Hamas, dispusieron que no cesarán con la lucha armada. Ayer dieron un ejemplo de ello.

BAHRAIN TRIBUNE

La cumbre de Aqaba reunió por primera vez al primer ministro israelí, Ariel Sharon, al primer ministro palestino, Mahmud Abbas, al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y al anfitrión rey Abdulá II en la villa frente al mar Rojo en Jordania. Durante seis horas Bush mantuvo reuniones con ellos por separado y también en grupo en el palacio. La cumbre finalizó con declaraciones hechas por cada participante de comenzar una nueva era en Medio Oriente y romper con un pasado de derramamiento de sangre y conflictos. Abdulá, el primero en hablar, recordó que en 1994, no lejos de ese sitio, Jordania e Israel habían firmado su histórico tratado de paz. Nueve años después se encontraban reunidos nuevamente frente al sueño de paz, prosperidad y reconciliación.
(Editorial)

HAARETZ

La importancia de lo que ocurrió en Aqaba esta semana ante la mirada de todo el mundo no debe ser menospreciada: los líderes israelí y palestino se comprometieron públicamente a trabajar para calmar el sangriento conflicto entre las dos naciones, presentando posiciones y haciendo declaraciones que hasta ahora habían sido evitadas. Sin embargo, no deberá olvidarse que ambas naciones han sufrido amargas experiencias con expectativas que surgieron de ceremonias similares y que más tarde resultaron ser meramente teatrales, vacías de contenido. El cambio en la reunión de Agaba reside en el cambio de personajes: el líder de derecha israelí, Ariel Sharon, Mahmud Abbas en reemplazo de Yasser Arafat y el tercer héroe, el presidente George W. Bush.
(Editorial)

PALESTINE CHRONICLE

Para observadores de todo el mundo, la cumbre en Jordania pareció surrealista. Los otros autores de la Hoja de Ruta –UE, ONU y Rusia– no fueron invitados. Como era de esperar, el premier israelí, Ariel Sharon, habló de la seguridad de su país, pero no de la de los palestinos. Y el premier palestino, Mahmud Abbas, habló sobre la seguridad de los israelíes, no palestinos. Esto es una ironía, siendo que Israel tiene el cuarto ejército más poderoso en el mundo y almacenadas armas de destrucción masiva. Los palestinos que no han vivido seguros durante 55 años no pudieron hablar de su propia seguridad, sino de “mejorar las condiciones humanitarias”. De nuevo, la previsible negociación entre el carcelero y sus prisioneros.
(Mazin B. msiyeh)

BOSTON GLOBE

Los líderes israelí y palestino en la cumbre de Agaba con el presidente Bush, se embarcaron en la Hoja de Ruta orquestada por Estados Unidos para Medio Oriente con una serie de promesas extraordinarias para ponerle fin a la violencia y trabajar para la creación de un estado palestino. Elpremier israelí, Ariel Sharon, en los términos más claros jamás usados, declaró que los palestinos deberían autogobernarse en un estado propio. El premier palestino, Mahmud Abbas, se comprometió a ponerle fin “al terrorismo y la violencia contra israelíes donde sea que estén”. Los líderes hicieron estas declaraciones después de una reunión de 75 minutos con Bush. Bush, a su vez, elogió los compromisos y prometió que Estados Unidos monitorearía de cerca para que se mantuvieran estas promesas.
(Charles A. Radin y Anne E. Kornblut)

THE NEW YORK TIMES

La reunión entre el presidente Bush y los primeros ministros israelí y palestino en la ciudad de Agaba frente al mar fue un presagio muy poderoso. El premier israelí, Ariel Sharon, dijo que comenzaría a desmantelar los asentamientos ilegales y que apoyaba la idea de un estado democrático, palestino contiguo –queriendo decir no dividido por asentamientos, caminos o puestos del ejército israelí–. El premier palestino Mahmud Abbas denunció el “terrorismo y la violencia contra los israelíes donde sea que estén”. Esta última frase aclara que la violencia contra colonos o soldados israelíes es tan inaceptable como los terroristas suicidas dentro de Israel.
(Editorial)

HERALD TRIBUNE

Dos hechos forzaron al presidente Bush en su decisión de actuar como el mediador fundamental entre el halcón que lidera Israel y el nuevo y todavía no testeado primer ministro palestino. El primero fue la rápida victoria en Irak. El segundo, que haya emergido Mahmud Abbas como la alternativa de autoridad de Yasser Arafat. Ya en su propósito, Bush torció el brazo del premier israelí Ariel Sharon para hacer que se comprometa en público a “inmediatamente comenzar a desmontar las colonias ilegales” en Cisjordania. Pero no logró su compromiso a que congelara el crecimiento de los otros asentamientos, como requiere la Hoja de Ruta. En las próximas semanas, Bush debe presionar a los palestinos en su compromiso para comenzar a desarmar los grupos armados. Estos pasos son el único testeo de la sinceridad de ambas partes, así como la determinación y la fuerza política.
(David Sanger)

LE MONDE

La cumbre de Aqaba del 4 de junio, en Jordania, permitió lanzar oficialmente un nuevo plan de paz internacional de Medio Oriente. George Bush, que se reunió con los primeros ministros israelí y palestino, se declaró determinado a conducir el proceso. “Hemos comenzado bien”, dijo añadiendo que era “prudentemente optimista” en cuanto a la aplicación de la hoja de ruta. Organizado bajo fuerte presión de Estados Unidos, la cumbre vio a Sharon y Abbas afirmar su compromiso por la paz. Los dos responsables callaron sus reservas, aun cuando la desconfianza y los interrogantes siguen siendo muy fuertes. El cese de la violencia y de los atentados terroristas, del lado palestino, y el desmantelamiento de puntos de colonización del lado israelí, siguen siendo las principales pruebas. (Patrick Jarreau)

THE TIMES

Los líderes israelí y palestino prometieron grandes pasos para ponerle fin a tres años de matanzas mutuas y resolver medio siglo de implacables conflictos. Instados por el presidente Bush, Ariel Sharon y Mahmud Abbas se comprometieron a apoyar el último plan de paz de Medio Oriente y ofrecieron concesiones que indignaron a sus propios pueblos. Abbas asombró a los militantes al renunciar a toda violencia contra Israel y al pedir un fin inmediato al terrorismo suicida. Sharon anunció que Israel comenzaría a desmantelar inmediatamente sus puestos ilegales en Cisjordania y declaró su “fuerte apoyo” a una solución de dos estados. Para Bush, la coreografiada cumbre ofreció la primera evidencia de que la guerra contra Irak podría aportar beneficios a todo Medio Oriente.
(Ronald Watson y Rana Sabbagh-Gargour)

LIBERATION

Los palestinos y los israelíes aceptaron dar unos pasos de acercamiento. La cumbre de Agaba en Jordania, que reunió al presidente George W. Bush, el premier israelí Ariel Sharon, su homólogo palestino Mahmud Abbas y al rey de Jordania Abdalá II, permitió el bautismo de la “Hoja de Ruta”, el plan de paz que prevé la creación de un estado palestino de acá a 2005. Esta “cumbre del Mar Rojo” dio paso a un prudente optimismo. Las esperadas concesiones recíprocas estuvieron presentes. El premier palestino pidió ponerle fin a la intifada armada. Por su parte, Ariel Sharon se declaró nuevamente a favor de dos estados y del desmantelamiento de las colonias llamadas “ilegales”.
(Jean-Luc Allouche)

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