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Los primeros ministros de Egipto, Líbano, Libia, Marruecos y Palestina pidieron ayer “paciencia” a sus compatriotas y a la comunidad internacional ante las expectativas generadas por las transformaciones producidas tras la llamada Primavera Arabe. En medio de las protestas que se generaron en distintas ciudades de Egipto, el primer ministro de ese país, Hisham Mohamed Qandil, les solicitó a sus conciudadanos que se manifestaban en la plaza Tahir, de El Cairo, que “vayan a sus casas y trabajen duro”.

“Hubo expectativas desmesuradas en todo el mundo árabe por la Primavera en su conjunto. Lo que pido en general es paciencia y lo que pido en particular a los egipcios que están en la plaza Tahir manifestándose es que se vayan a sus casas y trabajen duro porque es la única manera de evolucionar”, exhortó el funcionario. Quien también tomó la palabra fue el jefe del gobierno de Marruecos, Abdelilah Benkiran, quien afirmó que “la gente tiene que entender que la democracia no se les va a quitar pero tienen que ser pacientes”, aseguró. También resaltó que, desde su perspectiva, no se pueden “convertir” en Suiza en un día.

Ambos participaron junto con sus pares de Libia, Líbano y Palestina en un debate organizado en el marco del Foro Económico de Davos, en la estación alpina suiza con ese nombre. “Gestionar las expectativas es muy difícil porque la gente tiene derecho a esperar que se les den oportunidades pero, al final, lo importante es recuperar las economías. Lo que necesitamos todos desesperadamente es poder crear empleos”, manifestó el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayyad. Además, se planteó en el debate el papel de las mujeres tras la Primavera Arabe y la pregunta subyacente fue si sus derechos son respetados.

“El problema es que Occidente se alegró de las revoluciones pero pretendía que surgieran países a semejanza suya y nosotros somos árabes, con nuestras especificidades y nuestra religión. No imponemos nada a nadie, quien quiera llevar el velo que lo lleve, quien no quiera usarlo que no lo use, pero no pueden pretender que seamos como Occidente”, respondió Benkiran. Mientras tanto, Qandil subrayó que las mujeres están incluidas en la Constitución egipcia como “personas” iguales al resto de los ciudadanos.