EL MUNDO › UNA FILIAL DE EMPRESAS ESPAñOLAS QUE EXPLOTABA LAS PRINCIPALES AEROESTACIONES DEL PAíS

Evo expropió los aeropuertos bolivianos

Morales explicó que adoptó esa decisión después de no haber podido llegar a un acuerdo con los representantes de la empresa, tras haber verificado el incumplimiento de inversiones comprometidas para el mejoramiento de los servicios.

El gobierno de Bolivia expropió la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA (Sabsa): se trata de la filial de dos compañías españolas que explotaba la operación de las tres principales aeroestaciones del país. También dispuso el despliegue de tropas militares en ellas para garantizar la continuidad de los servicios. El presidente Evo Morales explicó que adoptó esa decisión después de no haber podido llegar a un acuerdo con los representantes de la empresa, tras haber verificado el incumplimiento de inversiones comprometidas para el mejoramiento de los servicios y una ganancia exorbitante a su favor. El gobierno de España, por su parte, anunció que replanteará sus relaciones con Bolivia, luego de que Morales dispusiera la sexta expropiación de una empresa de capitales españoles en menos de un año, lo que fue calificado por Madrid como un acto no amistoso.

El líder cocalero anunció la medida, formalizada a través de un decreto supremo, en una conferencia de prensa que dio en la sede de la gobernación de Cochabamba junto al vicepresidente Alvaro García Linera y al ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez. “Digo con mucha claridad el robo, saqueo de esta privatización, pretexto de la capitalización”, indicó el mandatario. Según explicó Morales, Sabsa –filial de las españolas Abertis y Aena– fue constituida con un capital de 52.100 bolivianos (equivalentes a unos 7540 dólares), de los cuales sus fundadores pagaron la mitad.

Asimismo, agregó que gracias a esa inversión irrisoria, la firma se hizo cargo de la administración de los aeropuertos de El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, cuyo costo asciende a 430 millones de dólares. Indicó además que en diciembre de 2005 el viceministerio de Transportes aprobó para el período 2006-2022 un plan de inversiones por 53,44 millones de dólares. De acuerdo con ese programa, Sabsa debía invertir 26,92 millones en el período 2006-2011, pero sólo ejecutó entonces 5,89 millones, detalló Morales.

El mandatario resaltó que contrariamente a esa ausencia de inversión, la empresa expropiada computó entre 1997 y 2011 utilidades por 20,64 millones de dólares, equivalentes a 2164 por ciento del capital pagado, que fue de 953.692 dólares. “Estas y otras razones nos obligaron a tomar esta decisión de nacionalizar Sabsa, aunque por razones de carácter diplomático hemos esperado llegar a un acuerdo y además ex ministros negociaron con la empresa para que ellos pudieran invertir, pero no hemos podido entendernos, por eso este decreto”, subrayó Morales.

El decreto establece que los contratos suscriptos por Sabsa con terceros se mantendrán vigentes mientras el gobierno evalúa si deberán perdurar o rescindirse, y que una empresa independiente tendrá 120 días de plazo para determinar el pago que el Estado realizará a la compañía por las acciones expropiadas. El secretario general del sindicato de trabajadores de Sabsa, Alfredo Chávez, expresó su satisfacción por la expropiación y aseguró que los operarios tienen toda la capacidad para seguir adelante y garantizar el funcionamiento de la empresa.

“Se ha hecho justicia para Bolivia porque durante muchos años hemos visto que esta empresa estaba engañando a los bolivianos, por lo tanto hemos visto que el presidente ha tomado una buena acción”, opinó Chávez. La firma expropiada gestionaba los tres aeropuertos más grandes de Bolivia desde 1997. Perteneció a la estadounidense Airport Group International hasta 1999, cuando pasó a manos de la británica TBI, que en 2004 fue adquirida por las españolas Abertis y Aena.

“Ante esta reiteración de decisiones que cuestionan la voluntad del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia de mantener con España las relaciones de amistad, cordialidad y cooperación que España siempre ha favorecido en todos los ámbitos, el gobierno español, muy a su pesar, procederá a replantear el conjunto de las relaciones bilaterales”, señaló una declaración difundida por la Cancillería española.

En tanto, el canciller español, José García Margallo, aseguró en Bruselas que buscará la solidaridad de la Unión Europea (UE) y calificó la decisión del gobierno boliviano como un acto no amistoso que, advirtió, tendrá consecuencias en las relaciones bilaterales.

Madrid sostuvo que se reiteró en ocasiones precedentes que las expropiaciones sin previo aviso y con ocupación por la fuerza pública de las instalaciones expropiadas no se correspondían con el buen clima que se supone presiden las relaciones bilaterales entre Bolivia y España.

Sabsa es la sexta empresa española expropiada en Bolivia en menos de un año, luego de que Morales estatizara en mayo pasado una filial de Red Eléctrica de España (REE) y en diciembre otras cuatro de Iberdrola. Además, desde que llegó al gobierno, en 2006, Morales expropió también unas quince empresas de hidrocarburos, cemento y minas, entre otros rubros.

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Un grupo de militares accede a las instalaciones del aeropuerto de Cochabamba, que fue nacionalizado.
 
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