El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó sorpresivamente a Bagdad para reunirse con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. El jefe de la diplomacia estadounidense le pedirá a Al Maliki que prohíba los vuelos iraníes con destino a Siria sobre territorio iraquí para evitar que la República Islámica entregue armas al gobierno del presidente sirio, Bashar al

Assad. “Va a ser muy directo con el primer ministro Al Maliki sobre la importancia de detener los sobrevuelos y los tránsitos iraníes sobre el territorio o, como mínimo, que se inspeccione cada uno de los vuelos”, adelantó un funcionario de la Casa Blanca, bajo condición de anonimato. Kerry le pedirá al premier iraquí que reconsidere la decisión de aplazar las elecciones regionales en las provincias de Anbar y Nínive, informó el canal de televisión iraquí estatal Al Iraqiya. Está previsto que Irak celebre elecciones el 20 de abril en esas regiones, excepto las del Kurdistán donde el gobierno decidió retrasarlos.

Con respecto a Siria, el presidente de la Coalición Nacional Siria (Cnfros), Muaz al Jatib, renunció ayer a su cargo y profundizó la fractura de esa fuerza, principal plataforma opositora del país árabe, que sólo en esta semana sufrió la dispersión de una docena de sus principales integrantes. En un mensaje difundido en su cuenta personal en la red social Facebook, Al Jatib señaló que carece de libertad dentro de las instituciones oficiales, y que la grave situación en Siria no fue suficiente para que se tome una decisión internacional que permita al pueblo sirio defenderse. “Muchos aportaron ayudas humanitarias y lo agradecemos, pero existe una parte amarga, que es el intento de domar al pueblo sirio y adueñarse de la revolución”, reclamó el opositor.