EL MUNDO
› A DIECINUEVE AñOS DE LA SALIDA DEL COMANDANTE BOLIVARIANO DE LA CáRCEL DE YARE
Maduro recordó la rebelión de Chávez
Poco después de su salida de la cárcel, el comandante dictó lo que serían las líneas de acción política que lo llevarían a la presidencia en las elecciones de 1998 y que luego sería ratificado en tres reelecciones sucesivas.
@En ocasión de los 19 años de la salida de Hugo Chávez de la cárcel de Yare, el gobierno de Venezuela organizó ayer un acto conmemorativo en la plaza Bolívar de Yare, estado Miranda. En esa localidad Chávez había permanecido dos años preso luego de comandar el fallido golpe militar del cuatro de febrero de 1992 (4-F). Ese sábado 26 de marzo de 1994, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías salió de prisión luego de que el ex presidente Rafael Caldera (1994-1999) lo indultara en la causa abierta por la rebelión del 4-F. Después, Chávez emprendió una carrera política que lo convertiría en el líder supremo de la Revolución Bolivariana. Un poco después de su salida, el comandante dictó lo que serían las líneas de acción política que lo llevarían a la presidencia en las elecciones de 1998. Las mismas líneas por las cuales sería ratificado por el pueblo democráticamente y en elecciones populares, en otras tres ocasiones (2000, 2006, 2012).
El 4-F es reconocido por la revolución como la punta de lanza para detener el proceso de reconolonización económica que la burguesía y los Estados Unidos pretendían implantar”, declaró Nicolás Maduro, presidente encargado de Venezuela y candidato oficialista, en referencia al gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez (1989-1993), durante el acto.
La conmemoración del ex presidente de la República Bolivariana de Venezuela se celebró en medio de una intensa campaña electoral que enfrenta a Maduro con el candidato opositor Henrique Capriles.
Además de participar en el acto de 4-F, Maduro entregó ayer un cheque gigante en forma simbólica a los trabajadores de la estatal telefónica Cantv, por un monto de 1800 millones de bolívares (más de 285 millones de dólares) correspondientes a los dividendos obtenidos en 2012. “Hay que ser payaso para creer que el gobierno será de la burguesía. Jamás y nunca volverá la burguesía al Palacio de Miraflores. Lo juramos con la clase obrera y el pueblo en la calle”, afirmó Maduro después de presentar el cheque en las adyacencias de la sede de gobierno en Caracas. “Vuela, vuela, en homenaje al comandante”, exclamó Maduro, al ver cómo el simbólico cheque se elevaba atado a varios globos de helio de color rojo, y precisó que ese dinero se invertirá en salud, deporte, transporte y educación, entre otras áreas.
Por otro lado, Capriles apuntó contra Maduro durante un acto de campaña en una parroquia de Caraballeda, en el céntrico estado de Vargas. “El pueblo te va a dar una pela (paliza), toripollo”, se despachó. “Lo que (Maduro) dice es pura paja; a los mentirosos hay que enterrarlos con votos para que no se les ocurra gobernar el país nunca más”, arengó. “Estoy aquí para poner al pueblo primero, no para quitar las conquistas que hayan logrado los venezolanos”, dijo ante una multitudinaria asamblea de ciudadanos. Más tarde, en un acto de campaña en la localidad de Valera, en el estado de Trujillo, Capriles dijo que ofrecía un futuro y les pidió a sus compatriotas que no tengan miedo en las elecciones del 14 de abril, porque si él gana no le va a quitar el pan a nadie. “Yo no vengo aquí a quitarle nada a nadie, yo vengo aquí a ser con ustedes un multiplicador del pan.” Capriles se dirigió especialmente a los empleados públicos y los beneficiados con programas del gobierno, a los que, según dijo, les han metido el temor de que si él (Capriles) gana las elecciones perderán lo que ahora tienen. “En estas elecciones el pueblo va a enterrar con votos a los mentirosos para que no se les ocurra gobernar nunca más”, pronosticó.
A sólo tres semanas de los comicios y sin tregua en Semana Santa, los principales candidatos intensificaron su campaña, obligados a mover su estrategia para atraer la preferencia de los electores. Por ahora, más que discutir programas, los candidatos intercambian agravios y discuten quién es el verdadero sucesor de Bolívar.
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