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Mientras los italianos esperan saber quién conducirá al país en medio de la actual crisis económica nacional y europea, el dirigente de centroizquierda designado para formar gobierno en Italia, Enrico Letta (foto), mantuvo ayer un segundo día de contactos políticos. Se espera que Letta entregue hoy al presidente Giorgio Napolitano su lista de ministros y se juramente. Los votos de confianza del Parlamento comenzarán el lunes.

Dos días después de recibir encargo de formar un gobierno de unidad que saque a Italia del bloqueo político, Letta –de 46 años y vicesecretario del Partido Democrático (PD), la principal fuerza de la coalición de centroizquierda que se impuso en las últimas elecciones de febrero pero sin lograr la mayoría en el Senado, lo que abrió un período de parálisis institucional que amenaza agravar los problemas económicos– quiso dedicar la jornada de ayer a la reflexión y los contactos institucionales definitivos, tras la ronda inicial de consultas que mantuvo el jueves con las fuerzas parlamentarias. Antes que Letta, el ex líder de su partido, Pier Luigi Bersani, hizo un primer intento de formar gobierno el mes pasado pero fracasó.

Ayer, el joven dirigente del PD comenzó el día con una reunión en Roma con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, para informarle sobre las primeras conclusiones de las consultas del jueves. No trascendió el contenido del encuentro entre el mandatario y Letta, que deberá volver a reunirse con Napolitano próximamente, según la práctica habitual, para confirmarle la lista de ministros de su gobierno, que se prevé que tendrán un marcado perfil político pero también técnico. Fuentes del entorno de Letta informaron ayer que no habría gobierno antes de hoy, cuando se espera que el dirigente del PD, perteneciente al ala moderada de su partido, vuelva a la sede de la presidencia para comunicar a Napolitano la lista de ministros y jure su cargo. Letta, que ayer se reunió además con el primer ministro en funciones, el tecnócrata Mario Monti, pretende reservar la jornada de mañana para preparar el discurso de investidura con el programa de gobierno con el que prevé presentarse ante la Cámara de los Diputados el lunes y en el Senado el martes. Allí deberá recibir el apoyo parlamentario para poder comenzar a trabajar lo antes posible.

Se prevé que el gobierno de Letta cuente con los apoyos necesarios para salir adelante, después del compromiso favorable de la formación de centroderecha del ex premier Silvio Berlusconi y la de Monti. El movimiento opositor de Beppe Grillo, el Cinco Estrellas, la Liga Norte separatista de derecha, así como otros partidos de extrema derecha e izquierda seguirán en la oposición.

El Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi dijo el jueves al término de las consultas con Letta que aún quedaban aspectos que cerrar para obtener su apoyo parlamentario, vinculado al plan de ocho reformas que promovió Berlusconi y que contempla la abolición del impuesto sobre la vivienda habitual reintroducido por Monti. Pero el propio Berlusconi, que regresó a Roma tras viajar a Estados Unidos, quiso restar ayer importancia a esas diferencias y transmitir las buenas sensaciones que hay en su partido. “No me ha parecido que hubiera problemas verdaderos. Ciertamente no podemos pretender un acuerdo al ciento por ciento, pero a los míos los he escuchado muy confortados”, dijo. Berlusconi anticipó también que no será ministro de la coalición gobernante. “Escuché que el presidente quiere una nueva generación de miembros y una fuerte presencia de mujeres. Eso me excluye a mí, que de todas formas no tengo ganas de estar allí”, dijo el ex jefe de gobierno.