Un tiroteo alrededor de un puesto de control en una ciudad tomada por los activistas pro rusos hizo que la tregua de Pascua se rompiera y dejó al desnudo la debilidad del acuerdo firmado en Ginebra la semana pasada. El ataque arrojó un saldo de varios heridos y un número de víctimas que, según la fuente consultada, asciende a entre tres y cinco. Durante la madrugada de ayer, un convoy de vehículos se acercó a un puesto de control manejado por milicias separatistas en las afueras de Slaviansk, una de las ciudades de la provincia de Donetsk, e inició un tiroteo. El autoproclamado alcalde popular de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, acusó por estos hechos a la organización ultranacionalista Sector de Derecha, milicia que actuó como grupo de choque durante los meses de protestas en Kiev, que terminaron con la destitución del presidente pro ruso Viktor Yanukovich en febrero y la asunción del actual gobierno ucraniano pro occidental.

“En la víspera, la resistencia (grupos separatistas) anunció una tregua durante las fiestas de Pascua. Ahora la tregua se rompió. Consideramos esta acción como una provocación”, aseguró el líder pro ruso ante la agencia oficial rusa RIA-Novosti. Ponomariov también denunció que la ciudad de Slaviansk “está sitiada por el Sector de Derecha” y pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, que envíe fuerzas de paz a la región ucraniana para protegerlos. Actualmente, la vecina potencia mantiene desplegados unos 40 mil soldados cerca de la frontera con Ucrania. Desde que las protestas pro occidentales triunfaron en Kiev y asumieron el poder, estos grupos separatistas comenzaron a levantarse en algunas ciudades del este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, en contra de las nuevas autoridades, a las que acusan de proteger a sectores ultranacionalistas y anti rusos. El grupo extremista ucraniano Sector de Derecha no sólo rechazó cualquier vinculación con el tiroteo de la madrugada de ayer sino que calificó las acusaciones como una “provocación blasfema de Rusia”. “Blasfema porque –aclararon– pasó en una noche sagrada para los cristianos, en la noche de Pascua. Esto (por el ataque) fue claramente lanzado por las fuerzas especiales rusas”, contraatacó el vocero del grupo ultranacionalista ucraniano, Artem Skoropadsky.

La semana pasada, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y el gobierno interino pro occidental de Ucrania firmaron un acuerdo en Ginebra. El texto llamó a desarmar a todos los grupos ilegales que operan actualmente en la ex república soviética y a desalojar todos los edificios públicos tomados por separatistas pro rusos en el este del país. A cambio, el documento estableció que Kiev acepte reformar la Constitución para reconocer las aspiraciones y reivindicaciones de todas las regiones, entre otras, las que se dan en el este mayoritariamente rusoparlante.

Los separatistas ucranianos pro rusos inmediatamente rechazaron el acuerdo y pidieron sus propias condiciones, entre ellas el desarme de los grupos extremistas cercanos al nuevo gobierno interino en Kiev y la recientemente creada Guardia Nacional, y la renuncia del gobierno en pleno, al que consideran ilegítimo. Pese a las diferencias, una misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) debía viajar al este de Ucrania para comenzar una ronda de negociaciones con los separatistas pro rusos.

Con todo, el tiroteo de ayer en las afueras de Slaviansk y el cruce de acusaciones entre Rusia y los ultranacionalistas ucranianos hacen temer un quiebre de la vía diplomática y una nueva escalada militar en esa región. La versiones sobre la cantidad de víctimas que se produjeron en el enfrentamiento eran encontradas. Por un lado, la policía en Donetsk informó que al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas a consecuencia del ataque en esa ciudad controlada por las fuerzas pro rusas. Sin embargo, el Ministerio del Interior en Kiev confirmó sólo un muerto, y medios estatales rusos y uniformados pro rusos hablaron de al menos cinco muertos, tres de sus propias filas y dos de los atacantes. En total, cinco puestos de separatistas pro Rusia habrían sido blanco de disparos. El Ministerio del Interior ucraniano subrayó que no hubo ningún operativo oficial en Slaviansk contra activistas armados sino que fueron dos grupos de civiles que se enfrentaron entre ellos. Asimismo señaló que la situación en la ciudad no estaba bajo control. Según indicó ese ministerio, tras ocupar la comisaría local, los uniformados pro rusos repartieron 400 armas entre los ciudadanos. “Eso llevó a que hubiera muertos y heridos”, apuntó el comunicado oficial.

El Ministerio de Exteriores ruso condenó los actos de violencia en los que murieron “personas inocentes y pacíficas”, y responsabilizó del ataque a los ultranacionalistas ucranianos de Sector de Derecha, que “han violado la tregua de Pascua”.

Y aseguró que los ciudadanos de Slaviansk les quitaron a los atacantes símbolos del Sector de Derecha, pruebas que, según sostienen, demostrarían que la nueva cúpula de Kiev no tiene interés en desarmar a los extremistas y nacionalistas que los apoyan, ni distender la situación en la zona de conflicto.