EL MUNDO › ISRAEL Y PALESTINA SOCAVAN EL PLAN DE PAZ
La Hoja de Ruta sin salida
Por Julio de la Guardia *
Desde Jerusalén
El movimiento islamista radical Hamas volvió a amenazar ayer con perpetrar nuevos atentados en represalia por la muerte de dos de sus dirigentes locales, asesinados el día anterior junto a otros dos palestinos en la ciudad de Gaza. La Autoridad Palestina acusó al gobierno israelí de aprovecharse de la actual coyuntura de violencia para acabar con la Hoja de Ruta. Por su parte, un representante del ejecutivo israelí reiteró que la única fórmula posible para salvar el plan de paz del Cuarteto (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas)pasa por la disolución y desarme de las milicias.
Miles de militantes y simpatizantes de Hamas volvieron a abarrotar las calles de Gaza para acompañar la comitiva fúnebre de los dirigentes de su rama militar y los otros dos palestinos asesinados el lunes por helicópteros de combate israelíes. Las Brigadas Izzadin al-Kassam, su milicia clandestina, emitió un comunicado amenazando con próximos lanzamientos de cohetes contra las localidades israelíes próximas a la franja y con atentados, que en este caso emanarían de las áreas autónomas cisjordanas.
El ministro palestino de Asuntos del Gabinete, Yasir Abed Rabbo, exoneró a la Autoridad Palestina de cualquier responsabilidad en relación a la reciente ruptura de la tregua del 29 de junio y recrudecimiento de la espiral de violencia. Tras criticar el último asesinato selectivo, Abed Rabbo declaró: “Pienso que el gobierno de Sharon planea asesinar la Hoja de Ruta, valiéndose de la ayuda de algunos extremistas en EE.UU. que quieren facilitarles esta misión”, refiriéndose a aquellos miembros de la administración Bush y del Congreso que se han declarado abiertamente en contra del plan del Cuarteto (formado por los EE.UU., la UE, Rusia y la ONU).
En el lado israelí la respuesta vino de manos del viceministro de Defensa, Ze’ev Boim, quien utilizó una metáfora médica para explicar su diagnosis de la situación. “La Hoja de Ruta se encuentra en la sala de emergencias”, dijo Boim, para añadir que sólo si la Autoridad Palestina procede a “desmantelar los grupos terroristas, entonces será posible tratar al enfermo”.
Según afirman los servicios de seguridad israelíes, las organizaciones extremistas estarían intentando perpetrar algún atentado. En concreto, desde la ciudad de Nablus, cuyo centro entró ayer en su cuarto día de toque de queda consecutivo.
Por primera vez desde que la guerrilla de Hezbolá secuestrara a tres de sus soldados a principios de octubre del 2000, el gobierno israelí puso en marcha una medida de confianza de cara al movimiento chiíta libanés. En un aparente gesto de buena voluntad, Israel entregó los cuerpos de dos milicianos de Hezbolá –fallecidos el uno en un tiroteo ocurrido en noviembre de 1998 y el otro en un atentado suicida perpetrado contra las tropas de ocupación israelíes en 1999, ambos en el sur del Líbano– al Comité Internacional de la Cruz Roja en Tel Aviv, que a su vez los trasladó al otro lado de la frontera. Según los analistas, esta medida podría suponer el prólogo de un próximo intercambio de prisioneros, que estaría siendo negociado gracias a la mediación de Alemania.
Mientras tanto, se acentúa la crisis de gobierno en la Autoridad Palestina (AP), con los problemas para desmantelar las estructuras del terrorismo palestino en primer plano y, de fondo, la rivalidad entre el primer ministro, Mahmud Abbas, y el presidente, Yasser Arafat, por el control de los organismos de seguridad.
El que fuera jefe de la Seguridad Preventiva en Cisjordania, el coronel Jibril Rayub, anunció que Arafat lo ha nombrado para el cargo de consejero en asuntos de seguridad con la misión de reestructurar la policía.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.