EL PAíS › DE TODOS MODOS NO PARTICIPARA DE LA CAMPAÑA
Duhalde respalda a Ibarra
Por Diego Schurman
Intentando hacer el menor ruido posible, Eduardo Duhalde anunció ayer su respaldo a la reelección de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño. Lo hizo a través de sus voceros, en una comunicación formal que no admite una doble lectura. “Como ya lo expresó en su oportunidad, el ex mandatario apoyará a los candidatos del PJ donde haya candidatos del PJ, y a los candidatos del presidente Kirchner, donde no haya candidatos del PJ, como sucede en la Capital”, dijo a Página/12 el hombre más cercano a Duhalde.
La “oportunidad” a la que aludió el vocero fue dos meses atrás, cuando la Comisión de Acción Política (CAP), hoy por hoy la máxima autoridad del justicialismo, llamó a respaldar a todos los candidatos del PJ del país y estableció la “libertad de conciencia” en aquellos distritos donde el partido no estuviera representado.
En la Capital, el PJ se quedó sin candidato a jefe de Gobierno propio cuando Daniel Scioli decidió saltar a la vicepresidencia de la Nación. Por eso el sector ligado a Miguel Angel Toma y José Luis Manzano decidió refugiarse en las listas de Macri.
La decisión de Duhalde de no desentonar con Kirchner y dar un guiño a Ibarra no irá más allá del gesto. De ninguna manera el ex presidente se involucrará en la campaña y mucho menos realizará un raid mediático para instalar el tema. El grado de compromiso hubiese sido aún menor si su voz hubiera estado plenamente representada por la de su mujer, Chiche, quien ayer prefirió no hablar sobre la contienda porteña.
–Chiche no quiso pronunciarse, ¿Duhalde tampoco lo hará si le preguntan por el ballottage? –inquirió este diario a uno de los más celosos laderos duhaldistas.
–Tratará de no hablar demasiado. Pero si habla en público dirá que apoya al candidato de Kirchner. No lo va a contradecir. En eso no hay marcha atrás.
Nadie sabe cuánto puede ayudar y cuánto no un pronunciamiento de Duhalde en un distrito tan particular como la Capital, donde el peronismo no suele despertar demasiado entusiasmo. Pero al menos busca ordenar la tropa del PJ, sobre todo la bonaerense, que no parece tan convencida de jugar a fondo con Ibarra. De hecho, al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, se lo vio exultante ayer por el triunfo de Macri (ver página 7).
Durante la campaña, Camaño recibió en su despacho al candidato de Compromiso para el Cambio. Lucrecia Monti, la mujer de su secretario parlamentario Eduardo Rollano, se convirtió el domingo en diputada electa del partido de Macri. El presidente de Boca también recibió un gesto de Felipe Solá, la principal figura del PJ bonaerense después de Duhalde. El gobernador no dudó en fotografiarse sonriente con el ganador de la primera vuelta.
Al hacer circular su postura, Duhalde busca evitar ahora nuevos resquebrajamientos en la alianza estratégica establecida con Kirchner. En los últimos días hubo una “alerta amarillo” cuando el Gobierno le recortó el poder a Scioli, justo un día después de que Chiche saliera a respaldar fuertemente al vice. Rápidamente, Duhalde se juntó con su tropa en la sede porteña de Avenida de Mayo para que la protección al ex motonauta no se traduzca en ataques a Kirchner. “Que se dejen de joder y arreglen el tema ellos”, bajó la orden a su gente.
No fue el único espacio de confrontación. Duhalde evitó las medias tintas a la hora de respaldar al senador Ramón Puerta en Misiones, sabiendo que Kirchner hacía lo propio con el gobernador Carlos Rovira, quien busca su reelección a través de una coalición con el radicalismo. En este caso, el ex mandatario se cubrió con el mismo argumento con el cual ahora apoya a Ibarra: “Donde no hay candidatos del PJ yo juego con Kirchner, pero donde hay candidatos del PJ yo apoyo al PJ, y en Misiones el candidato del PJ es Puerta”, dijo. Justo ayer, Kirchner fue a Posadas a poner el pecho en favor de su pollo. Y aprovechó el escenario para castigar a Macri y también a Puerta, a quienes prácticamente los acusa de partícipes necesarios de la política aplicada en el país durante la década del `90.
Hasta ahora, Misiones aparece como el único frente de conflicto público entre el duhaldismo y el kirchnerismo. Las demás diferencias las suelen debatir a puertas cerradas, o vía telefónica. Una muestra de las necesidades mutuas es el reciente nombramiento de Duhalde como una suerte de “presidente” del Mercosur. Se trata de un cargo con el que Kirchner le devuelve protagonismo al ex mandatario, quien fue clave para su desembarco en la Casa Rosada.