Sábado, 23 de agosto de 2014 | Hoy
EL MUNDO › ERAN PALESTINOS ACUSADOS DE COLABORAR CON LA INTELIGENCIA ISRAELI
En otro desafío al presidente de la Autoridad Palestina, los condenaron sin consultarlo. Siguen los bombardeos israelíes y el disparo de cohetes. Un mortero en el sur de Israel mató a un chico y Netanyahu prometió más ataques.
Milicianos de Hamas ejecutaron ayer a 18 palestinos acusados de colaborar con Israel, un día después de que tres altos mandos militares del brazo militar de la organización islamista fueron rastreados por la inteligencia israelí y asesinados. Según el sitio web Al Majd, cercano a Hamas, siete fueron asesinados frente a una mezquita tras la oración del mediodía por “colaboracionismo”. La agencia palestina Maan aclaró que los otros once ya habían sido ejecutados bajo los mismos cargos. En tanto, un disparo de mortero desde la Franja de Gaza causó la muerte a un niño en el sur de Israel, lo que suscitó advertencias del primer ministro Benjamin Netanyahu: “Hamas pagará un alto precio por este ataque. El ejército y los servicios de inteligencia intensificarán sus operaciones”.
Los once presuntos colaboradores palestinos fueron asesinados en una comisaría de Gaza y habían sido condenados por los tribunales locales. “La resistencia reforzó su lucha en el terreno contra los colaboracionistas”, explicó Al Majd, que aseguró que los responsables de la seguridad de la Franja proseguirán con los ajusticiamientos que dicten los denominados “tribunales revolucionarios”.
“Estaban del lado de Israel, dieron información sobre la ubicación de los túneles y trampa para tanques, así como información sobre los hogares de los luchadores, del lugar desde donde lanzamos los cohetes”, expresaron las Brigadas Azedim al Qasam, brazo armado del movimiento islamista, en las redes sociales. “El resultado de estas colaboraciones es la muerte de miles de personas en Gaza”, argumentaron.
La batalla entre israelíes y palestinos se reanudó el martes, después de que ambas partes se acusaran de romper un alto el fuego de seis días que había permitido negociar en Egipto para hallar una salida al conflicto. Desde entonces, las milicias palestinas lanzaron más de un centenar de cohetes e Israel eliminó a tres altos mandos de Hamas, mostrando el alcance de su inteligencia militar. El miércoles atacaron la casa de Mohamad al Deif, líder de las brigadas ligadas a Hamas, que al parecer sobrevivió, aunque su esposa, su bebé de siete meses Alí y al menos otras tres personas murieron. El jueves, en un bombardeo similar en Rafah, perecieron Muhamad Abu Shamala, Raed al Attar y Mohamad Barhum, tres de los principales comandantes de la milicia en el sur. Hamas juró venganza y aseguró que este tipo de acciones “lo único que hacen es fortalecer la determinación a seguir luchando”.
Bajo la ley palestina, la colaboración con Israel es castigada con la muerte, pero todas las órdenes de ejecución deben ser aprobadas por el presidente antes de que puedan llevarse a cabo. Sin embargo, Hamas ya no reconoce la legitimidad del presidente palestino Mahmud Abbas.
En tanto, al menos 38 palestinos murieron en los últimos días en bombardeos de la aviación israelí sobre Gaza, cuatro de ellos ayer por la mañana en el centro de la Franja. El vocero del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al Qedra, precisó que dos personas murieron en un bombardeo sobre el campo de refugiados de Nusairat y los otros dos en Deir al Balah.
Con estas muertes, asciende a 2090 el número de palestinos muertos desde el 8 de julio, cuando comenzó la operación israelí Borde Protector. “Entre los muertos hay 561 niños, 255 mujeres y 98 ancianos”, según datos del Ministerio de Salud, que acusó a Israel de haber matado a 86 familias.
Por su parte, el Ministerio de Interior de Israel aseguró que el país lanzó más de 20 mil toneladas de explosivos por tierra, mar y aire, la mayor parte fabricados en Estados Unidos, el más grande exportador de armas del mundo. El diario israelí Haaretz informó ayer que la ofensiva militar le cuesta 60 millones de dólares diarios a Israel, lo que la hace la más cara de los últimos diez años. Este miércoles, se pasó la barrera de los 2500 millones de dólares por 41 días de combate, lo que superó el gasto de la guerra del Líbano de 2006. Pero, como destacó el diario, ésta todavía no está terminada. “Aun así, el ejército gastó menos dinero por día en los combates contra Hamas que contra Hezbolá”, agregó la publicación, que precisó que los costos diarios de la actual ofensiva descendieron desde que hace unas semanas concluyó la operación terrestre.
Las cifras fueron cuestionadas por el Tesoro israelí, que indicó que el costo real sería de unos 565 millones de dólares más que el citado por el diario. “Fuentes de Defensa indicaron que la discrepancia se debe a que ellos incluyen también el costo del material bélico dañado y de los equipos que se necesitan para restaurar la capacidad militar previa a la emergencia. Eso supone unos 281 millones de dólares”, afirmó Haaretz.
“El asunto del gasto de Defensa ya era objeto de discusión antes de la guerra, cuando el ejército pidió 2660 millones de dólares extra para 2015, lo que elevó su presupuesto anual por encima de los 17.400 millones de dólares”, explicó el diario. Aunque los expertos creen que el gasto no debilitará la economía, sí temen que ésta deba hacer sacrificios en los próximos tres años a costa de los derechos sociales. “Las demandas del ejército son tan grandes que los funcionarios del Tesoro –subrayó Haaretz– temen que el presupuesto de los próximos tres años relegue el gasto civil por las necesidades militares.”
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