Miércoles, 19 de noviembre de 2014 | Hoy
EL MUNDO › EL GRUPO REBELDE COLOMBIANO CAPTURó AL GENERAL ALZATE Y A DOS ACOMPAñANTES, UN CABO Y UNA CIVIL
La delegación que representa a la guerrilla en La Habana se manifestó dispuesta a resolver el caso y retomar el diálogo de paz, suspendido por el gobierno de Santos. Pide un alto el fuego bilateral.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reconocieron ayer que capturaron a un general y a sus dos acompañantes en una zona rural de Colombia. A su vez, la delegación que representa a la guerrilla colombiana en La Habana se manifestó dispuesta a resolver el caso y retomar el diálogo de paz. El general Rubén Alzate, el cabo Jorge Contreras Rodríguez y la abogada Gloria Urrego fueron interceptados el domingo por unidades rebeldes móviles, en ejercicio de sus tareas de seguridad, en el departamento occidental de Chocó, indicó la guerrilla en un comunicado publicado en su página web y leído en la capital cubana.
Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán que opera en esa zona del país, es el militar de más alto rango capturado por las FARC en los 50 años del conflicto armado. “Una vez identificados plenamente, pese a vestir ropas civiles, los tres fueron capturados por nuestras unidades, en razón de que se trata de personal militar enemigo, que se mueve en ejercicio de sus funciones, en área de operaciones de guerra”, indicó el documento difundido por la guerrilla. “Respetamos la vida e integridad física y moral de nuestros prisioneros y estamos plenamente dispuestos a garantizarlo hasta donde nos sea permitido por la ira estatal”, rezó el comunicado del Bloque Iván Ríos de las FARC.
En una breve rueda de prensa en La Habana, el comandante Pablo Catatumbo, uno de los negociadores de la guerrilla colombiana, ofreció generar los mecanismos de solución de este problema y afirmó que este conflicto se hubiera evitado si el presidente Juan Manuel Santos hubiese aceptado una tregua bilateral mientras se desarrollan las negociaciones de paz, que hoy cumplirán dos años. Desde el inicio del proceso de paz, la guerrilla insiste en acordar una suspensión de las hostilidades, planteo que el gobierno rechaza por considerar que serviría a los rebeldes para fortalecerse militarmente.
“Este incidente nos debe poner a reflexionar acerca de la necesidad de abordar ya un cese bilateral de fuegos; un cese bilateral del fuego generaría un medio ambiente más tranquilo, nos evitaríamos éste y otros incidentes que se pueden presentar en el transcurso de la guerra”, agregó el líder guerrillero. Sobre la captura de Alzate, Catatumbo indicó que se trata de un acontecimiento extraordinario. “Es la primera vez que un general de la República, del ejército, es capturado por la guerrilla; eso genera un hecho”, dijo.
“Hemos dicho que tenemos disposición, esta delegación de paz, a contribuir a una pronta, sensata solución de este problema y que los diálogos deben continuar”, aseguró Catatumbo. A la vez pidió al gobierno aclarar qué hacía el general, rompiendo todos los protocolos de seguridad, en esa remota zona donde opera la guerrilla, en referencia al hecho de que el militar iba vestido de civil y se desplazaba sin escoltas. Santos exigió el lunes a las FARC la pronta liberación de los rehenes como prueba de su voluntad de alcanzar la paz. “El compromiso de las FARC está puesto a prueba. De su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación”, manifestó el mandatario colombiano.
El presidente aseguró que mientras el general Alzate y sus compañeros estén cautivos, los negociadores de paz del gobierno no viajarán a La Habana, donde estaba previsto que ayer se iniciara un nuevo ciclo de conversaciones. El secuestro puso en riesgo el proceso de paz en vísperas de que se cumplan dos años de negociaciones, durante las cuales las FARC y el gobierno consensuaron tres de los seis puntos de una agenda destinada a acabar un conflicto armado que ya lleva medio siglo y que dejó un saldo de 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
“Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las FARC tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza”, dijo Santos el lunes. A principios de 2012, el grupo rebelde se comprometió a no secuestrar más a civiles, pero se reservó el derecho de capturar a policías o militares, a los que considera prisioneros de guerra. La Unión Europea llamó a una liberación de inmediato y sin condiciones de los rehenes, y la oficina de la ONU en Colombia repudió los secuestros. Las negociaciones de La Habana están en receso desde el 2 de noviembre y debían reanudarse ayer.
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