El presidente Barack Obama no descartó enviar armas a Ucrania, pero señaló que esperará a ver si los esfuerzos diplomáticos encabezados por Alemania para materializar un cese al fuego tienen éxito antes de tomar una decisión. En el recibimiento a la canciller alemana Angela Merkel, que se encuentra de visita en la Casa Blanca para conversar sobre la crisis desatada en esa región del este europeo, Obama expresó cierto escepticismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Rusia que ponga fin a los diez meses de combates y enfrentamientos. “Mi esperanza con estos esfuerzos diplomáticos es que esos costos económicos se hayan vuelto lo suficientemente altos para que Putin prefiera una resolución diplomática”, dijo Obama, ante la prensa, acompañado por Merkel. “No voy a anticiparme sobre si los diálogos son o no exitosos. Si no son, entonces seguirán las sanciones hasta que Rusia cumpla con sus obligaciones”, afirmó el presidente. La jefa del gobierno alemán advirtió en Washington que el equilibrio de Europa está en juego en el conflicto ucraniano. “Si renunciamos al principio de la integridad territorial, no estaremos en condiciones de mantener el orden y la paz en Europa”, alertó Merkel.

Asimismo, Obama indicó que un paquete de nuevas sanciones y una asistencia en “defensa letal” de Ucrania se encuentran sobre la mesa. El jefe de Estado norteamericano no hizo una distinción entre armas defensivas y ofensivas, lo que podría permitir a Kiev responder a los rebeldes, apoyados por Rusia. Merkel, por su parte, se opuso a enviar armamento y advirtió que, de concretarse el reparto de municiones, podría generarse una escalada militar, acciones bélicas que Ucrania no podría ganar contra el mayor poderío de las fuerzas rusas. Sin embargo, la canciller reconoció que una guía que contribuya a alcanzar un acuerdo de cese al fuego con Putin, incluso después de que el mandatario rechazara acuerdos previos, podría no concretarse.

“No tenemos garantías”, dijo en la rueda de prensa, antes de continuar las conversaciones con su par norteamericano. “No puedo dar una garantía sobre el resultado de las conversaciones del miércoles (mañana) y quizá nada salga de eso. Yo, personalmente, no podría vivir sin al menos hacer este intento”, destacó. El conflicto que mantienen las tropas rebeldes y Kiev ya dejó más de 5000 víctimas. Con la violencia en aumento, los rebeldes prorrusos fueron ganando más terreno en suelo ucraniano. Kiev afirmó ayer que al menos 1500 soldados rusos y convoyes militares entraron en Ucrania durante el fin de semana. El vocero militar ucraniano, Andriy Lysenko, agregó que cerca de 170 vehículos, incluyendo camiones, tanques cargados de petróleo y coches, cruzaron la frontera.

“Si nos rendimos en torno al principio de integridad territorial, no seremos capaces de mantener la paz y el orden de Europa”, advirtió Merkel. Obama, en tanto, dio credibilidad a la perspectiva de que Ucrania, Rusia y toda Europa se encuentran atrapados en una encrucijada. “Concordamos plenamente en que el siglo XXI no puede perderse, no podemos quedarnos inmóviles y simplemente permitir que las fronteras de Europa sean redibujadas a fuerza de pistola”, consideró el mandatario.

Mientras tanto, funcionarios de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia ultimaban los detalles para una cumbre de las cuatro naciones que se llevará a cabo mañana. En la previa de una posible cumbre a realizarse en Minsk, la Unión Europea decidió tomarse un tiempo antes de concretar nuevas sanciones contra Rusia, dando un poco de aire para que las conversaciones puedan desarrollarse.

“La aplicación de sanciones fue pospuesta por varios días a petición de los ucranianos, que querían que la otra parte no tuviese ningún pretexto para negarse a las negociaciones, o negociar de una forma no constructiva en la cumbre de Minsk el miércoles, si es que pasa”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius. Los cancilleres de la UE se pusieron de acuerdo en no agregar más firmas a la lista de castigos que pesan sobre Moscú. Como condición para agilizar el diálogo, Putin advirtió que debe ser definido un “número de puntos” antes de que se concrete la cumbre de Minsk, encuentro en el que todos coinciden que se darán intensos debates, al tiempo que los funcionarios de las cancillerías de los cuatro países se reunían en Berlín. Basados en un acuerdo de paz ampliamente ignorado y alcanzado en septiembre en Minsk, el nuevo plan podría extender el control rebelde sobre el territorio que los prorrusos conquistaron en las últimas semanas, a pesar de que Kiev está firme en que la línea de demarcación acordada en septiembre no debe ser modificada bajo ningún concepto.

El presidente francés François Hollande ya señaló que la propuesta incluye la creación de una zona desmilitarizada de entre 50 y 70 kilómetros, que se extiende en torno a la actual línea de frontera. Los asuntos pendientes que serán debatidos en la nueva ronda de diálogo incluyen puntos sobre los niveles de autonomía regional y las futuras elecciones en áreas que se encuentran bajo control de las tropas rebeldes, dijo Martin Schaefer, vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores teutón. Pese a los esfuerzos internacionales por impulsar la paz en Ucrania, en las últimas 24 horas murieron al menos 18 personas en combates en el este del país, según fuentes del gobierno de Kiev y de los rebeldes prorrusos. Nueve soldados perdieron la vida y 26 resultaron heridos en choques contra los separatistas prorrusos, informó Vladislav Selesnyov, miembro de la Jefatura del Estado Mayor de Ucrania. Según los insurgentes, siete civiles murieron en Debalzevo, lugar estratégico para las comunicaciones. En el feudo separatista de Donetsk murieron dos civiles y 22 resultaron heridos, según datos aportados por la administración de esa ciudad.