El ex presidente colombiano Alvaro Uribe declaró ante la Corte Suprema de Justicia por una causa de espionaje en contra del proceso de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El actual senador por el Centro Democrático negó vínculos con el hacker Andrés Sepúlveda, quien fue condenado a diez años de prisión por espiar y minar las conversaciones de paz entre el Estado colombiano y la organización guerrillera. Además, defendió a ex funcionarios de su gobierno condenados a prisión por corrupción y espionaje y pidió a sus colaboradores que digan todo sobre él para que sea juzgado si cometió delitos.

El ex mandatario fue citado por el Supremo, que no lo vinculó formalmente a un proceso penal, para que aclarara si tuvo algún vínculo con un hacker que hizo actividades de espionaje mientras trabajaba el año pasado en la campaña presidencial de su partido, para la cual se postuló Oscar Ivan Zuluaga. El ex presidente colombiano solicitó al alto tribunal que le permitiera relatar su versión libre sobre los hechos, en la que afirmó que no tuvo ninguna relación con Sepúlveda, condenado por los delitos de concierto para delinquir, espionaje, violación de datos personales y uso de software malicioso. “Sepúlveda fue un infiltrado en la campaña de Zuluaga que tenía el objetivo de desviar la atención sobre un escándalo de filtración de dinero del narcotráfico a asesores de la campaña del presidente Juan Manuel Santos en 2010”, se limitó a decir Uribe al término de la presentación judicial. Tras la declaración, la Corte Suprema debe definir si abre un proceso formal contra el ex presidente.

El hacker sostuvo que Uribe recibió información calificada de sectores militares que no están de acuerdo con el proceso de paz. Además, indicó que hubo instrucciones de sectores del uribismo para afectar el proceso de paz y que ese tipo de actividades se cumplió desde operativos encubiertos que realizaban interceptaciones ilegales de comunicaciones.

El escándalo alcanzó una gran magnitud cuando se estableció que Sepúlveda era a la vez coordinador del grupo que manejaba las redes sociales de la campaña de Zuluaga, entonces candidato presidencial del Centro Democrático, partido cuyo máximo líder es Uribe, acérrimo crítico de las negociaciones de paz. Sepúlveda, que negoció con la fiscalía general la extensión de su pena a cambio de colaborar con la Justicia, aseguró que al comienzo de su trabajo en la campaña política se dedicó al manejo de las redes sociales, pero después algunos directivos le pidieron hacer el espionaje a raíz de sus conocimientos en informática y una estrecha relación con los militares.

Sin embargo, el ex presidente expresó que el hacker no se trata de una persona con sano juicio. “En el caso del señor Sepúlveda estamos ante un joven con trastornos mentales. Lo indujeron en falso testimonio e infiltraron en la campaña y a quien mantienen confinado en el bunker, cuya débil psicología fue manipulada y torturada por la fiscalía general, lo cual genera el mayor daño a la Justicia”, declaró Uribe en los días previos a la presentación ante la Corte Suprema.

Por otro lado, el ex mandatario también criticó ante los reporteros las recientes decisiones del máximo tribunal en contra de personas que trabajaron en sus dos períodos de gobierno.

Uribe se refirió en particular a la condena a 14 años de prisión en contra de María Pilar Hurtado, quien fue directora del servicio secreto y fue condenada a 14 años de prisión por espiar a dirigentes de la oposición, magistrados y periodistas durante su gobierno. Según el ex jefe de Estado, Hurtado es presionada en la cárcel para que diga que él le dio la orden de hacer el espionaje. “Quiero que María del Pilar Hurtado negocie con la Corte su libertad, sin involucrar a los compañeros del gobierno, diciendo todo lo que sobre mí deba decir y que si cometí delito sea yo juzgado, pero que a ellos les terminen esta masacre infame”, dijo Uribe.