EL MUNDO › LOS MINISTROS DE FINANZAS DE LA EUROZONA DIERON EL SI A LOS CREDITOS PARA ATENAS

El Eurogrupo aprobó el rescate griego

El visto bueno de Bruselas llegó después de que el Parlamento de Atenas aceptara los ajustes y reformas exigidos por los acreedores como condición para avanzar en la negociación. Tsipras quedó debilitado por disidencias en su partido.

El Eurogrupo anunció ayer que “Grecia y las instituciones europeas, con participación del Fondo Monetario Internacional” alcanzaron un acuerdo en torno del tercer programa de asistencia financiera a Grecia. “Se llegó a un acuerdo. Grecia es, e irreversiblemente seguirá siendo, miembro de la Zona Euro”, informó por su parte en un mensaje a la red Twitter el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Los ministros de Finanzas y Economía de la Eurozona dieron así su visto bueno a lo acordado con anterioridad a nivel técnico para otorgar créditos de hasta 86.000 millones de euros al gobierno de Atenas.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona aprobaron ayer las condiciones para otorgar un nuevo paquete de ayuda a Grecia, después de que el Parlamento de Atenas aceptara los ajustes y reformas exigidos por los acreedores como condición para avanzar en la negociación. Anteriormente el primer ministro griego, Alexis Tsipras, había conseguido que el Parlamento aprobara en la noche del jueves el tercer rescate del país, según lo ha acordado con los acreedores, pero su gobierno quedó muy debilitado por las numerosas disidencias en el seno de su partido izquierdista Syriza.

“El acuerdo de hoy anulará la incertidumbre que ha pendido sobre el país y sobre la Eurozona durante demasiado tiempo”, observó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, quien aseguró que el nuevo acuerdo “creará puestos de trabajo y restaurará el crecimiento económico”.

Como paso siguiente, el programa de ayudas deberá ser ratificado por algunos parlamentos nacionales del bloque europeo, donde se considera muy poco probable que surja un rechazo a lo ya decidido.

El detalle de las condiciones fue fijado por los acreedores internacionales y Grecia en la noche del martes. En contrapartida por las ayudas, los acreedores exigen que el gobierno heleno lleve adelante una serie de reformas que afectan, entre otros ámbitos, el sistema de pensiones, de impuestos y de salud.

En caso de que los Parlamentos nacionales aprueben lo acordado al inicio de la próxima semana, tal como se espera, Grecia ya podría saldar deudas por 3400 millones de euros con recursos del nuevo y tercer paquete de ayudas.

Si se presentaran en cambio obstáculos a la aprobación, podría recibir un crédito puente para no caer en impago. Su próxima fecha de pago con el Banco Central Europeo (BCE) vence precisamente el próximo 20 de agosto. En caso de incumplirse ese pago, el BCE debería cortar el flujo de fondos a Grecia, lo que derivaría en una quiebra. De todas formas se espera que la implementación de lo ya acordado avance, en cuyo caso la puesta en práctica de las reformas sería evaluada cada tres meses. El país de hecho ya ha incorporado ajustes en las últimas semanas para recuperar la credibilidad tras meses de estancadas y tensas negociaciones entre las partes.

En la reunión de ayer del Eurogrupo, varios ministros de Finanzas insistieron en la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participe en el próximo programa de ayudas. La directora de la entidad, Christine Lagarde, presenció la reunión de ayer por videoconferencia.

El organismo, por su parte, se ha mostrado dispuesto a participar en un nuevo programa de ayuda, pero ha supeditado su participación a las decisiones que se tomen para aliviar la deuda de Grecia, que actualmente asciende a 220.000 millones de euros.

Berlín también subrayó que “para el gobierno alemán la participación del FMI es decisiva” y el ministro alemán Wolfgang Schaüble hizo hincapié en que, desde su perspectiva, “obtener un compromiso lo más vinculante posible del FMI” es un requisito para aprobar el programa.

Si bien todo parece avanzar en las negociaciones por el otorgamiento de un tercer rescate y la aprobación parlamentaria de esta madrugada en Atenas significa un avance positivo en ese sentido, a nivel interno la situación para el gobierno de Alexis Tsipras es tensa.

Tras una sesión maratónica de más de siete horas y con numerosos ataques cruzados entre las propias filas de Syriza, el partido de gobierno, sólo votaron a favor del nuevo acuerdo 118 de los 162 diputados de la coalición de derecha e izquierda. Se considera que para gobernar en minoría hace falta el apoyo de al menos 120 legisladores.

Las medidas en sí tuvieron un amplio respaldo de, en total, 222 de los 297 diputados presentes en el hemiciclo. En la votación, que fue nominal, 64 diputados votaron en contra y 11 se abstuvieron.

Ante la falta de apoyo suficiente dentro de su propia agrupación, Tsipras podría verse obligado a solicitar un voto de confianza la semana próxima. No está obligado legalmente a dar ese paso porque podría cerrar una alianza de gobierno con partidos de la oposición, pero hasta el momento ha rechazado esta posibilidad.

El gobierno tampoco confirmó cuál será la decisión del jefe de gobierno, pero medios locales, que citan a fuentes oficiales, dan por hecho que se convocará a un voto de confianza después del 20 de agosto, día en que Grecia tiene que pagar al BCE.

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El ministro de Finanzas griego Tsakalotos habla ayer después de reunirse con el Eurogrupo.
 
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