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A más signos de distensión, más signos de guerra. La premisa puesta en acto anteayer por el gobierno israelí tuvo ayer una confirmación rotunda. El premier Ariel Sharon puso fin al confinamiento del líder palestino Yasser Arafat en la ciudad de Ramalá, pero sólo para movimientos internos en Cisjordania y Gaza, lo que fue cuestionado por el Departamento de Estado norteamericano, que pretende que Arafat asista a la reunión de la Liga Arabe a fines de marzo en Beirut (Líbano). Pero la libertad de Arafat, que podría haber sido una señal de distensión, se produjo al tiempo que continuaron las incursiones del ejército israelí en los campamentos de refugiados en Cisjordania y Gaza en busca de presuntos activistas tras los atentados palestinos de las últimas semanas, donde mil palestinos fueron detenidos. La más fuerte de esas incursiones, en el campamento de Jabaliya (Gaza), dejó 19 palestinos muertos. Y sobre la noche, el ejército israelí invadió parte de la ciudad de Ramalá.
En estos días en que el conflicto alcanza su punto más violento, con más de 190 muertos en 10 días, el gobierno de Sharon sigue presionando desde la derecha para que se incremente la ofensiva militar sobre los palestinos. Tras la confirmación de dos partidos derechistas, Israel Beitenu y Unión Nacional, de que hoy harán efectivo su abandono del gobierno por discrepar con las medidas de distensión de Sharon (además de la libertad a Arafat, la renuncia a exigir siete días de “calma total” para negociar con los palestinos), ayer cerca de 50 mil colonos se manifestaron en Tel Aviv contra la política del gobierno. Según una encuesta que publicó ayer el diario de mayor tirada, el Yediot Aharonot, entre los votantes del Likud, el partido de Sharon, sólo un 21 por ciento apoya al premier, en tanto un 57 por ciento se inclina por el ex premier Benjamin Netanyahu, que tiene una postura más dura respecto de los palestinos.
Luego de tres meses de confinamiento en Ramalá, Arafat podrá movilizarse dentro del territorio autónomo palestino. En un comunicado, el gobierno israelí justificó la decisión a partir de la detención de los seis activistas palestinos que asesinaron al ministro de Turismo, Rehavam Zeevi, en octubre del año pasado. Esta era la condición que el gobierno israelí había impuesto para la terminar con la virtual detención del líder palestino. La Autoridad Palestina consideró “insuficiente e impertinente” la decisión israelí, mientras que Estados Unidos pidió a Israel “estudiar seriamente” la ampliación de la medida. “La cuestión de saber si (Arafat) debe asistir a la cumbre de la Liga Arabe en Líbano es un asunto que el primer ministro (israelí) Ariel Sharon debe tomar seriamente en consideración”, declaró el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher. Es que allí se trataría la iniciativa de paz saudita que, tal como advirtieron líderes árabes en El Cairo, podría ser “la última oportunidad” de paz para Sharon.
Por ahora, en el marco político-militar de Medio Oriente, no aparece el resquicio por donde pueda colarse esta iniciativa. Las incursiones de ayer del ejército israelí sobre campamentos de refugiados fueron una de las más amplias de los últimos tiempos. En una entrevista difundida ayer en la televisión de Emiratos Arabes Unidos, Arafat comparó la situación de detención de los palestinos en Cisjordania con la de los judíos durante el régimen nazi. “¿Vieron lo que les pusieron a los detenidos en Tulkarem? ¿Esos números en sus brazos? ¿No es eso lo que los nazis hicieron con los judíos? ¿No es esto un nuevo racismo nazi?”, se preguntó. El ejército israelí rechazó la acusación al considerarla “obscena y absurda”, ya que dijo que la numeración fue hecha para facilitar los interrogatorios. De los 800 palestinos detenidos en esa operación, ya fueron liberados 734. En otros enfrentamientos ayer en Gaza y Cisjordania murieron otros cuatro palestinos, más uno que se supone que murió el domingo cerca del asentamiento judío de Netzarim.
En este contexto, ayer el canciller israelí Shimon Peres, el presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qrei; y el principal negociador SaebErekat se reunieron por primera vez en tres semanas. A la luz de lo que viene pasando en Medio Oriente, pasarán muchas reuniones, y muchos cambios en el terreno, antes de que alguna negociación seria prospere.