Bruselas mantendrá hoy el máximo nivel de alerta antiterrorista por temor a que se dé una réplica de los atentados de París. “La amenaza es considerada como seria e inminente”, indicó el primer ministro belga, Charles Michel, al explicar las razones que lo llevaron a prolongar las medidas vigentes desde el sábado en la sede de las principales instituciones europeas. “Se está haciendo todo lo posible para volver a una situación normal”, dijo el funcionario tras indicar que el subte y las escuelas seguirán cerrados en la capital del país. Las fuerzas de seguridad comenzaron la jornada buscando a varios sospechosos, en particular, a Salah Abdeslam. Las autoridades volverán a reunirse hoy por la tarde para evaluar la situación que atraviesa el país.

Los operativos lanzados ayer en Bruselas finalizaron con novedades. La policía informó sobre la detención de 16 personas en 19 allanamientos, pero sin que se diera con el paradero de Salah Abdeslam, sospechoso de estar implicado en los atentados de París, indicó el portavoz de la fiscalía federal, Eric Van Der Sypt, en una rueda de prensa. De acuerdo a los investigadores, Abdeslam tuvo un rol logístico en los ataques en la capital francesa reivindicados por el Estado Islámico, fue calificado de “enemigo público número uno” y sigue prófugo nueve días después de la matanza. Habría huido a Bélgica, según dos hombres que aseguran haberlo ayudado y que fueron imputados por la Justicia belga. Según la abogada de uno de ellos, durante el trayecto de París a Bruselas, Salah Abdeslam parecía muy nervioso y quizá dispuesto a hacer estallar un cinturón con explosivos (ver recuadro).

En relación a los acontecimientos del viernes 13 en París, su hermano, Mohammed Abdeslam, intentó dar explicación de por qué el joven no se inmoló. “Salah es muy inteligente y, en el último momento, decidió dar marcha atrás. Quizá viera o escuchara algo que no se esperaba y decidió no llegar hasta el final de lo que deseaba hacer”, agregó Mohamed Abdeslam en una entrevista con la televisión belga. Otro de los hermanos Abdeslam, Brahim, se hizo estallar en un restaurante parisino.

La decisión de mantener el nivel 4 de alerta máxima en la región de Bruselas se adoptó en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad, que agrupa a los principales ministros y agencias de seguridad belgas. En el resto del país se mantendrá el nivel 3 (de amenaza posible y verosímil). “Tememos ataques similares a los de París, de varios individuos, con ofensivas en varios sitios a la vez, contra lugares muy frecuentados”, dijo Michel. En su comparecencia del sábado, Michel precisó que las medidas se dan en cuatro ámbitos: reducción del número de eventos que aglutinen muchas personas, desmovilización del transporte público, refuerzo en el despliegue de las fuerzas de seguridad y la apertura de una línea telefónica, 1771, para contactar con un centro de crisis. La única excepción fueron algunos partidos de fútbol de la primera y segunda división, que pese a las advertencias del Centro de Crisis, se jugaron el fin de semana.

Un fuerte operativo de seguridad ante una “verdadera amenaza de ataque terrorista” afectó ayer el centro mismo de la ciudad de Bruselas y el barrio cercano de los Cuarteles. Las fuerzas belgas de seguridad iniciaron una operación antiterrorista en las proximidades de la céntrica Grand Place al anochecer. Cerca de las 19 hora local (15 hora argentina), los agentes policiales recibieron la orden de estar preparados para el operativo. En las redes sociales diversos testigos indicaron que las tropas, pesadamente armadas y vestidas con uniforme de fajina, se habían desplegado en los alrededores de la Grand Place y la Rue du Midi, y habían ingresado a los lobbies de los hoteles para avisarle a los pasajeros que no podían abandonar el lugar.

Los residentes recibieron la indicación de no aproximarse a las ventanas mientras estuvieran bloqueadas las calles adyacentes a la plaza, informó el portal belga La Libre Belgique. En su cuenta de Twitter, la RTV belga francófona RTBF dijo que el barrio de los Cuarteles, en Etterbeek, donde se concentraron cientos de efectivos policiales, fue objeto de una vigilancia especial. La aplicación informática InfosRadars, que difunde consejos y alertas para conductores de vehículos por la vía pública, suspendió sus actividades por la tarde.

Ayer hubo varios falsos avisos de bomba, uno de ellos en la sede de un grupo mediático en Vilvorde, una ciudad flamenca que también está en el máximo nivel de alerta antiterrorista. Además del transporte público paralizado, las plazas y centros comerciales permanecieron vacíos, y los museos y salas de espectáculo mantuvieron sus puertas cerradas. “Las escuelas sólo se abrirán cuando estemos tranquilos a nivel de seguridad”, dijo por su parte la ministra belga de Educación, Joelle Milquet, en una entrevista a la cadena pública francófona RTBF.

“Un grupo de 140 personas llamó para anular un banquete. A este paso, el mercado navideño (que se inicia el viernes) también será anulado”, se quejó un camarero del Roy d’Espagne, una cervecería muy conocida de la Grand Place. El ministro belga del Interior, Jan Jambon, tuvo que justificar la inédita decisión de cerrar todas las estaciones de subte de la ciudad, los comercios, los lugares culturales, así como anular conciertos y competiciones deportivas. “Hay varios sospechosos, por eso hemos desplegado tantos medios”, afirmó el sábado por la noche a la televisión belga. El ministro belga de Justicia, Koen Geens, sugirió que el nivel de alerta se mantenga mientras no haya avances significativos.