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El rey Felipe VI, en su discurso navideño al país, trató la crisis política que afecta a España tras los comicios del 20 de diciembre y pidió a los partidos políticos que demuestren “voluntad de entendimiento” y piensen, “ante todo, en España y el interés general de los españoles, porque ésa es la prioridad que nos debe importar a todos en la actualidad”. En las elecciones celebradas hace seis días, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), perdió la mayoría parlamentaria, lo que le impide formar nuevo gobierno ya que sus dos principales adversarios, el Partido Socialista Obrero (PSOE) y Podemos, ya rechazaron brindarle apoyo.

Ayer, Felipe VI animó a las fuerzas que obtuvieron representación en el Parlamento a que hagan política basándose en el diálogo, la concertación y el compromiso. “España inicia una nueva legislatura que requiere todos los esfuerzos, todas las energías, todas las voluntades de nuestras instituciones democráticas, para asegurar y consolidar lo conseguido a lo largo de las últimas décadas y adecuar nuestro progreso político a la realidad de la sociedad española de hoy”, señaló el monarca, que apuesta de esta manera a evitar una nueva convocatoria de elecciones.

Asimismo, dedicó el grueso de su discurso a abordar la “amenaza” que supone para España el proceso soberanista en Cataluña. Felipe VI pidió a los españoles que no olviden los errores del pasado, porque ha quedado demostrado que “la ruptura de la ley, la imposición de una idea o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles”, sólo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, el empobrecimiento y al aislamiento. Eses es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer”. “Respetar” el orden constitucional es “defender la convivencia democrática aprobada por todo el pueblo español; es defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos y es también defender nuestra diversidad cultural y territorial”, explicó.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que comparte con el monarca el mensaje de que España es diversa y plural, aunque reprobó que Felipe XV no hablara de desocupación, desigualdad y corrupción. Las palabras del rey fueron bien recibidas por el PP y el PSOE.