Sábado, 9 de enero de 2016 | Hoy
EL MUNDO › SU ULTIMA FUGA EXPUSO VINCULOS CON EL ESTADO
Los vínculos entre el líder narco con el poder político, que se remontan a los orígenes de la carrera criminal de Guzmán (ver aparte), quedaron expuestos en toda su dimensión seis meses atrás cuando el capo narco protagonizó su segunda fuga de un penal de máxima seguridad mexicana.
La vía que utilizó para huir del penal El Antiplano fue un túnel, pero varios “agujeros” institucionales y omisiones intencionales por parte de varios guardiacárceles, investigadores y funcionarios contribuyeron a hacer posible la fuga de película. En primer lugar, se suponía que El Chapo debía ser cambiado de celda periódicamente. Sin embargo, siempre estuvo en el mismo dormitorio. Esto permitió a quienes colaboraron con su fuga que el túnel, que llevó varios meses de construcción, llegara justo hasta su ducha. Mientras se construía el conducto por el cual el jefe narco se escaparía, en el penal se autorizaron obras de renovación, como el reemplazo de mosaicos o la impermeabilziación de techos. Según la fiscalía general, el trabajo de los obreros sirvió para tapar los ruidos. No se investigaron denuncias de otros presos sobre el presunto sonido de taladros.
Las grabaciones muestran que a las 20.52 del 11 de julio del año pasado, se observa que el jefe narco se aproximó al área de la ducha dentro de su celda, donde un pequeño muro que provoca un punto ciego sirvió de cortina para entrar al túnel. Al prolongarse la no visibilidad del interno, se ingresó a la celda.
Sin embargo, los custodios llegaron a revisar la celda 26 minutos después de que El Chapo desapareciera de las pantallas de vigilancia. Para huir, necesitó de un lapso aproximado de 15 a 20 minutos. En los penales mexicanos, existe el “código rojo”, que funciona como protocolo que se pone en marcha cuando hay una emergencia para avisar a todas las instancias de seguridad. Según el senador Alejandro Encinas, integrante de la comisión de seguridad nacional del Congreso, el dispositivo fue activado más de tres horas más tarde.
De acuerdo con el periódico mexicano La Jornada, el líder del Cartel de Sinaloa tuvo en su celda durante más de un año un televisor que permitía localizarlo con exactitud, aunque las autoridades no se pronunciaron nunca respecto de esta versión. Por otro lado, agentes de vigilancia de la prisión declararon que meses antes de su fuga, habían circulado rumores de que gente de El Chapo intentaba conseguir los planos del penal y que nadie abrió una investigación sobre tales versiones,
En tanto, la casa en la que desembocaba el túnel, edificada específicamente para disimular la fuga del líder narco, carecía de permiso de construcción. De hecho, alrededor del penal está prohibido edificar por razones de seguridad, pero hay varias construcciones irregulares. Además, los sensores que alertan sobre vibraciones subterráneas y posibles excavaciones en el perímetro de la cárcel habían sido desconectados, supuestamente debido a obras hidráulicas en la zona.
Guzmán Loera recibió un número inusual de 386 visitas en 17 meses de prisión y 272 fueron de sus abogados. Su principal asesor legal está detenido. La fiscalía afirma que fue el enlace con el exterior para ejecutar su exitoso plan de evasión.
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