La captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán puso fin a su espectacular segunda fuga de una prisión de máxima seguridad, que dejó en ridículo al presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Dos capturas y fugas y enfrentamientos con otros líderes narcos fueron los principales eventos de la biografía del escurridizo líder del Cartel de Sinaloa, que empezó a trabajar desde muy joven en los campos de marihuana apadrinado por el histórico capo Miguel Angel Félix Gallardo, alias El Padrino, hasta construir un imperio de drogas que se extendió por Estados Unidos, Europa y Asia.

Nadie pudo todavía establecer con claridad la fecha de nacimiento de El Chapo, la cual se debate entre el 4 de abril de 1957 y el 25 de diciembre de 1954. Aunque no está clara la fecha, Joaquín Guzmán Loera nació en La Tuna, municipio de Badiruguato, en las montañas de Sinaloa. Este es el estado natal de importantes figuras del narcotráfico en México, como El Padrino, Rafael Caro Quintero o Ismael “El Mayo” Zamabada.

El 8 de abril de 1989, El Padrino fue capturado por las fuerzas mexicanas y su “ahijado” empezó a trabajar en la fundación de su propio cartel, el de Sinaloa, hasta convertirse en el más importante y poderoso de México. El 24 de mayo de 1993, hombres fieles a El Chapo y de su cártel rival de Tijuana se enfrentaron en el aeropuerto de Guadalajara (Jalisco, oeste). En ese tiroteo perdió la vida el cardenal Juan José Posadas Ocampo, que había ido a recibir al nuncio apostólico, supuestamente al ser confundido con Guzmán.

El 9 de junio de 1993 marcó la vida de El Chapo, quien cayó por primera vez tras las rejas. Las autoridades de Guatemala lo capturaron cerca de la frontera con el estado mexicano de Chiapas, y el capo fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puerta Grande, en Jalisco. Sin embargo, el 19 de enero de 2001, el líder narco escapó de esa misma cárcel, supuestamente escondido en un cesto de ropa sucia, según la versión oficial.

En 2009, la revista estadounidense Forbes, enfocada en los negocios y famosa por sus listas sobre las personas más influyentes y poderosas del mundo, ubicó al capo dentro de ellas, pero tuvo dificultades para aproximarse a su fortuna. Ese año formó parte de la lista Los Millonarios del Mundo, ocupando el lugar 701 con el mínimo de riqueza necesaria para aparecer, “mil millones de dólares”. Durante los años 2010 y 2011 permaneció en la lista, pero ubicado en lugares inferiores. En cuanto a la lista de las personas más influyentes, Guzmán se encontró en el lugar 60 (2010) y 55 (2011). Con estos resultados, Joaquín estuvo en posiciones más importantes que el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, o el ex CEO de Apple, Tim Cook.

El 22 de febrero de 2014, y después de 13 años de permanecer prófugo, tiempo en el que sus negocios y leyendas se fueron agrandando, Guzmán fue capturado en la ciudad costera de Mazatlán, en el estado de Sinaloa. En el momento de su detención, el jefe narco estaba en un departamento turístico con su última mujer, Emma Coronel Aispuro, y sus dos gemelas, María Joaquina y Emali Guadalupe. El capo fue internado en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, en las afueras de la Ciudad de México. Sin embargo, el 11 de julio de 2015, El Chapo volvió a fugarse espectacularmente de la prisión a través de un túnel de poco más de un kilómetro y medio de largo cavado bajo la ducha de su celda. La complicidad de directivos del penal, detenidos por el caso, facilitó la rápida huida del narcotraficante, que aparentemente volvió a esconderse en las montañas de su zona natal, donde goza de la protección de sus pobladores. En octubre del año pasado, las autoridades mexicanas aseguraron que, en el marco de un operativo de búsqueda efectuado en las sierras entre Durango y Sinaloa, efectivos policiales alcanzaron al líder narco y lograron dispararle en la pierna. No obstante, Guzmán logró huir nuevamente.

La vida en la clandestinidad del jefe del Cartel de Sinaloa se acabó ayer, con su captura en la ciudad de Los Mochis, en su estado natal. El anuncio fue dado por el presidente Peña Nieto, para quien significó un respiro a su cuestionado gobierno, que prometió que no descansaría hasta volver a detenerlo.